Chelsea Flower Show y mucho más... - El viajero accidental

Fecha última actualización 10/08/2021 por El Viajero Accidental

Hoy María Garrido además de contarnos como han disfrutado este año en Chelsea Flower Show también nos lleva al Barbican Estate, a Cornwall y al Eden Project.

En mi primer artículo en esta web os conté la historia de cómo empezamos a visitar el Chelsea Flower Show en Londres y cuantos jardines hemos visto en los últimos años. Así que el pasado mes de mayo no iba a ser una excepción, y fuí una vez más acompañada de Anxo Otero, fan declarado de Inglaterra.

Estuvimos en el Chelsea Flower Show, nuestro octavo año, siempre recomendable. Esta vez me sorprendieron muchos expositores del pabellón central.

Al salir, pasear por el barrio de Chelsea te transportaba a un gran safari, de animales hechos con flores colocados en los escaparates de las mejores tiendas, pero también en la calle, donde los niños se acercaban para ver a su animal favorito.

Sabíamos que uno de los paisajistas presentes en el festival, Nigel Dunnett, que también participó en el parque olímpico, había creado un jardín en Barbican Estate, un lugar de Londres que no conocíamos. Muy sorprendente, tanto los edificios como las calles interiores, en donde está ubicado este jardín. Muy tranquilo, te puedes sentar a contemplar el lugar, y disfrutar del espacio. Uno de los edificios es el Barbican Centre, con un magnifico auditorio, sede de dos orquestas sinfónicas, donde se puede ver también teatro, danza, cine y una larga lista de actividades culturales.

: Barbican Estate

: Barbican Estate

: Granary Square

: Granary Square

: Nigel Dunnett Gardens

: Sloane Square

En Londres también fuimos a ver dos zonas que seguramente os contaré en los próximos viajes; Regent’s Canal, en la zona próxima a la estación de St. Pancras, y que está siendo reformado en parte y Battersea Power Station, una obra faraónica y que puede contemplarse desde una pasarela.

: Regent’s Canal

: Regent’s Canal

: Regent’s Canal

: Battersea Power Station

Nuestra siguiente parada, el Eden Project, en Cornwall, tras un largo viaje en coche, atravesando los páramos del Parque Nacional de Dartmoor, con unas increíbles vistas y compartiendo carretera con caballos y ovejas. Esta opción la decidió libremente nuestro GPS, pero podemos decir que hemos conocido muchísimos pueblos y paisajes que la autopista nos hubiese impedido. Es importante que al planificar el viaje, si puede ser, evitéis las vacaciones escolares del país o las épocas estivales por ser uno de los destinos más frecuentados por los ingleses y el tráfico para llegar te puede desesperar. Una vez allí, las estrechas carreteras te recuerdan que deberías haber alquilado un coche más pequeño.

El Eden Project es la recuperación de un espacio abandonado de una mina y la construcción de un complejo medioambiental, con la destacada construcción de dos invernaderos, “biomas” en forma de enormes cúpulas unidas para dos zonas climáticas, la tropical y la mediterránea. Rodeados de una frondosa vegetación y una cuidadísima plantación, nadie puede acordarse de lo que era antes. Como curiosidad, deciros que se puede dormir allí en unos contenedores convertidos en habitaciones. Para completar las instalaciones existe un gran auditorio con programación estival bastante atractiva, Bryan Adams estuvo el día 6 de este mes y Madness el 16 de junio, para que os hagáis una idea del nivel. Todo el proyecto da una lección medio-ambiental a miles de niños que acuden con sus colegios y familias completas que disfrutan de las instalaciones para todas las edades. Un parque temático del medio ambiente, en el que no podía faltar una larguísima “tirolina”, con la que puedes volar a lo largo de todo el parque.

Y ya en Cornwall, de pueblo en pueblo, disfrutamos de un paisaje de película, porque es cierto que algunos pueblos son set de películas de piratas. Charlestown es un ejemplo de ello, en donde cenamos.

Al día siguiente, estrenamos el West South Coast Path, un increíble sendero de más de 1000 kilómetros a lo largo la costa de casi cuatro condados de la geografía inglesa. Cuidado, vigilado, señalizado, y muy utilizado por los vecinos y visitantes. En cualquier pueblo de la costa tú puedes andar unos kilómetros y disfrutar del paisaje, y eso hicimos.

Polperro, es un pequeño puerto pesquero pero que mantiene todo el sabor tradicional. En los últimos años, el turismo lo ha convertido en uno de los destinos más solicitados. Por ello, cuando buscamos lugar para quedarnos, casi todos los situados en la propia localidad ya estaban llenos, así que terminamos en un pueblo situado a unos kilómetros. Estos pequeños lugares costeros suelen tener parking fuera del núcleo y si quieres puedes bajar en pequeños autobuses o en verano por carromatos tirados por un caballo. El trayecto es corto.

Para ir de un pueblo a otro, tuvimos que utilizar en alguna ocasión un ferry, desde donde pudimos ver la ciudad de Fowey, no solo un rincón histórico sino también un importante puerto pesquero.

Fowey desde el ferry

Dormimos en Golant, río arriba, un pequeño pueblo con un puerto de abrigo para pequeñas embarcaciones. En la orilla del agua, un letrero recuerda a los vecinos que retire el coche antes de la subida de la marea. La propietaria de nuestro B&B quedó encantada de que llegásemos pronto para poderse ir a dar un paseo en barco…. El pub del pueblo celebraba esa noche un concierto de música con motivo de un pequeño festival de cerveza y sidra artesanales, y una barbacoa con hamburguesas y perritos calientes, aunque previamente probamos la famosa Cornish Pasty, la empanada de Cornwall o Cornualles. Allí estaban todos los vecinos.

Cambiamos de sur a norte, y nos fuimos a la localidad de Padstow, puerto pesquero, pero en este caso ubicado en una zona rodeada de playas inmensas en un estuario que puedes cruzar con los servicios de ferry en el puerto y dirigirte al vecino Rock. Es una zona muy conocida por los amantes del surf y windsurf.

No tuvimos tiempo para hacer una excursión a ver a las focas pero queda pendiente para la próxima vez.

Cornwall es tradición y naturaleza, y volveremos porque todavía nos quedan muchos kilómetros de ese largo sendero por completar.

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”