Fecha última actualización 02/09/2025 por El Viajero Accidental

En estos días en los que nos caen las lágrimas viendo imágenes del incendio que ha destruido Las Médulas no hemos podido resistir la tentación de recordar uno de nuestros viajes a este patrimonio natural. Es nuestro pequeño homenaje con el deseo de que algún día no muy lejano recupere todo el esplendor de cuando lo visitamos.

Si bien parece que el incendio no ha afectado a los componentes fundamentales de su patrimonio arqueológico y cultural sí hay daños irreparables como la pérdida de árboles centenarios que eran una seña de identidad para este paraje. Se trata de un paisaje del que los romanos son responsables no sólo por la forma que le dieron sino también por los castaños que introdujeron como cultivo.

 

Las Médulas y sus árboles centenarios

 

El castaño es el árbol predominante en El Bierzo. Como os decía lo introdujeron los romanos como cultivo. Ha llegado hasta nuestros días convirtiéndose en una seña de identidad para la zona. Los encontramos plantados de dos formas: como bosques creados por cultivo y conocidos como soutos, y en pendientes conocidos como ladeiros.

 

Ahora centrémonos históricamente, los romanos en el siglo I después de conquistar el territorio de los astures descubrieron que las montañas de la zona contenían importantes vetas de oro. Ese fue el punto de inflexión que llevó a crear el conjunto de Las Médulas que son las minas de oro a cielo abierto más grandes del Imperio Romano. Se explotaban mediante una red hidraúlica por movimiento de tierra, toda una obra de ingeniería y más para aquella época. Estamos hablando de tecnología hidraúlica de hace casi 2000 años cuando los romanos extraían oro del noroeste de la península. Explicado de forma muy sencilla consistía en un complejo sistema de depósitos, canales y galerías construidas por los romanos para utilizar la técnica del ruina montium.

 

¿En qué consiste la técnica del ruina montium? El agua desviada de los ríos de montaña se almacenaba en depósitos y se canalizaba para posteriormente llevarla hasta las galerías excavadas en las montañas. Estamos hablando de más de 300 km de canales. Ese agua después se liberaba a presión para provocar que se filtrara por las galerías y erosionara las rocas. Como consecuencia del gran volumen de agua desplazada la montaña se deshacía. Así se se desprendían las tierras y el cuarzo que contenían el oro. Luego esas tierras se arrastraban hasta lavaderos en los que se separaba el oro.

 

Como consecuencia de toda esa obra los romanos nos dejaron un paraje espectacular que deja boquiabierto. El paisaje fue modificándose con los trabajos que se llevaron a cabo para la extracción del oro. El resultado fue un legado maravilloso. Todo ello ha llevado al paraje de Las Médulas a ser reconocido como Bien de Interés Cultural, Patrimonio Natural y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

 

Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997 porque se conservan la mayor parte de las estructuras mineras que componían la explotación. También porque se ha mantenido toda la alteración del paisaje que produjo la explotación minera incluido el Lago de Carucedo que es de origen antrópico, es decir producido o modificado por el hombre. Y además se han conservado los asentamientos mineros que crearon los romanos para poder llevar a cabo su trabajo. Se habla de que llegaron a trabajar unos 60.000 hombres entre locales y esclavos para extraer hasta unas seis toneladas de oro al año. Su actividad cesó en el siglo III.

Las Médulas se caracterizan por conformar un paisaje que resulta una explosión de color mezclando el verde y el rojo con el cielo azul.

 

El entorno de Las Valiñas por donde discurre una de las visitas guiadas se ha salvado de la destrucción que ha conllevado el fuego. No hay que olvidar que Las Médulas atraen al año unas 200.000 visitas que las convierten en una de las principales fuentes de riqueza de la zona, incluyendo Ponferrada. No es extraño que las gentes del lugar insistan en estos días en que cuando se abran de nuevo las visitas no nos olvidemos de seguir visitando y cuidando el patrimonio que se ha salvado de las llamas. Muestra una herida importante pero su alma, el núcleo principal, se ha salvado milagrosamente.

De ruta por Las Médulas

 

Estamos hablando de una tragedia humana para quienes lo han perdido todo y además de una tragedia medioambiental. La imagen desde miradores como el de Orellán, que ha resultado gravemente dañado, tardará en volver a ser la misma pero hay que seguir disfrutando y presumiendo de ese corazón de este paraje que ha sobrevivido en cuanto sea posible.

Galería de Orellán desde el mirador de Orellán
Galería de Orellán vista desde el mirador de Orellán
Vista desde el mirador de Orellán
Vista desde el mirador de Orellán

Habrá que mantenerse atento a las noticias y a los comunicados oficiales. Así sabremos cuando será posible disfrutar de nuevo de un paseo por este entorno espectacular.

¡De momento nos conformaremos con recordar su espectacularidad!

Confiamos en que no se vuelvan a repetir incendios como los de este verano…

 

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