Astorga y su Palacio Episcopal era la etapa imprescindible que nos faltaba en nuestro recorrido de dos artículos por la ciudad castellanoleonesa.

 

Astorga y su Palacio Episcopal

 

Astorga y su Palacio Episcopal, mucho que ver y visitar, vamos a ir empezando.

El palacio neogótico del que presume Astorga es una de las pocas obras fuera de Cataluña del arquitecto de Reus, Antonio Gaudí.

Y el origen del edificio actual está íntimamente ligado a un incendio. Sí, a un incendio que devastó el palacio original del siglo XII. El 23 de diciembre de 1886 por tanto es el primer paso en el nacimiento del espectacular edificio actual.

Fue el obispo Joan Baptista Grau i Vallespinós quien decidió encargar la construcción del nuevo palacio episcopal a su paisano de Reus, Gaudí.

Y no fue hasta 1915 que Ricardo García Guereta, arquitecto diocesano de León, terminó su construcción, siguiendo el trazado de Gaudí. Entre medias, desavenencias que hicieron que Gaudí visitara las obras por última vez en 1893.

 

 

 

Aunque su fin original era servir de residencia del obispo,  fue el propio obispo Marcelo González Martín quien renunció finalmente a la función episcopal del palacio.

En 1960 promovió su reconversión a lo que es actualmente, el Museo de los Caminos, dedicado al Camino de Santiago.

 

 

 

Vayamos ahora a recorrer el interior del Palacio Episcopal.

Son varias plantas las que se pueden visitar en el interior.

En el interior hay cuatro niveles: un semisótano, la planta baja, el piso principal (con la estancia del obispo, el salón del trono y la capilla), y el desván.

 

Astorga y su Palacio Episcopal

 

Empezando por la planta baja que destaca por su vestíbulo de estilo mudéjar. Es en esta planta baja donde se encuentran diversas imágenes del apóstol Santiago representado como peregrino, orante, guerrero, etc.

 

 

Hay que tener en cuenta que el palacio fue reconvertido en museo en 1962, dedicado al Camino de Santiago. Recoge diversas piezas de arte religioso de la diócesis, depositadas en el museo para su mejor conservación o almacenaje, la mayoría de ellas relativas a la peregrinación.

 

Vamos ahora a la planta noble.

En la planta noble destacan sobre todo la capilla y el salón del trono.

 

 

 

 

Si la capilla nos pareció espectacular, el salón del trono fue también una excelente parada:

 

Astorga y su Palacio Episcopal

 

Y de ahí nos fuimos al semisótano donde se puede encontrar el Museo Epigráfico Astorgano que nos gustó particularmente.

En él se pueden encontrar grabaciones sobre piedra de muy diferentes épocas:

 

 

Algunas nos parecieron particularmente interesantes, así como un miliario:

 

 

 

 

Astorga y su Palacio Episcopal

 

En su conjunto nos encantó el sótano.

 

 

 

Y una vez hecho el recorrido por el Palacio Episcopal, nos quedan varias cosas muy interesantes que ver.

Sí, porque Astorga ofrece también historia antigua por sus calles, arte urbano y algunas referencias gastronómicas que no hay que olvidar.

Camino del centro nos encontramos con dos muestras de arte urbano que no nos dejaron indiferentes:

 

 

Antes de llegar a las ruinas romanas, pasamos por la Plaza Mayor y lógicamente admiramos su ayuntamiento:

 

 

La construcción del edificio del Ayuntamiento comenzó en 1683 y terminó en 1703. Destacan sobre el conjunto los remates de las torres laterales y la espadaña central, que sirvió para alojar el reloj y las campanas.

La mayor de las cuales está acompañada de dos muñecos vestidos de maragatos, llamados Juan Zancuda y Colasa, que marcan las horas golpeándola con un mazo.

Del ayuntamiento llegamos a los restos romanos. En concreto los restos de una casa de una familia que debía tener un nivel económico importante, piesto que incluso se puede ver los restos de unas termas.

 

 

 

 

Llegamos al final de nuestro recorrido por Astorga y su Palacio Episcopal.

Encontramos más señales del Camino de Santiago en Astorga. En concreto, enfrente del albergue Siervas de María se encuentra esta estatua dedicada al “Caminante” del escultor Sendo García.

 

 

Y no nos vamos a despedir de la ciudad leonesa sin hablar del…chocolate, por supuesto. Del chocolate de Astorga.

El chocolate de Astorga tiene una larga historia detrás. Astorga fue una de las primeras ciudades españolas en conocer el chocolate, quizá por las relaciones que estableció la nobleza local con Hernán Cortés.

Pero el gran desarrollo de la industria chocolatera se produce en el siglo XIX y principios del XX. Astorga llegó a contar con 49 fábricas en 1914. Y existe en la ciudad un museo del chocolate que cuenta todo esto.

 

Y hasta aquí nuestro recorrido por la magnífica villa leonesa. Astorga y su Palacio Episcopal fue un placer para el Viajero Accidental y esperamos que lo sea para vosotros.

 

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Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente” 

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