Sicilia en la isla del volcán.
Llegamos con Marta y su familia a la gran isla italiana, así que prepárate para disfrutar.
Empezando sotto la pioggia en l’ isola del sole. Sicilia en la isla del volcán.
A Sicilia la llaman con frecuencia “l’isola del sole”…también “l’ isola di luce”. Sol y luz. Bueno, ninguna de las dos cosas nos recibe a nuestra llegada la gran isla, sino más bien otros elementos, para ser más exactos: ¡viento y lluvia! Pues nada…al mal tiempo buena cara, que se dice, o más bien…¡qué remedio nos queda!
Nuestros primeros kilómetros en Sicilia son hacia el sur y pegados a la costa este, con vistas (¡si las hubiera!) al Etna, el volcán más grande de Europa. Con intención de empezar por esta parte de la costa y también, de acercarnos al gigante Etna. Pero el tiempo está caprichoso y la cosa está en veremos…Así, que de momento, paramos en Giardini Naxos, cerca de la famosa Taormina, y a los pies del volcán que aún no vemos.
Parece ser que Sicilia es un lugar muy frecuentado por autocaravanistas y, por la primera impresión, así lo parece. Vemos varios anuncios de áreas preparadas para autocaravanas…
…y entramos en una de ellas, elegida al azar sin más.
Se llama Aurora y al final va a ser nuestro “hogar” durante cuatro noches, bastante más de lo inicialmente planeado, y punto de encuentro de gente bien curiosa. La regenta un italiano llamado Paolo, que es bastante prototipo de italiano sureño: simpático, “gesticulero” a tope, extrovertido y muy servicial.
Paolo y su Area Aurora
Es un lugar peculiar porque enseguida nos damos cuenta de que allí parecen estar todos como un poco “en familia”, y nos reciben algo así como si fuésemos sus invitados…Resulta que este lugar es más o menos “su casa”, para varios de ellos, durante varias semanas, o meses, todos los años. Unos cuantos son los que repiten…Y por eso precisamente nos cuentan que lo hacen, porque ya han hecho amigos y ambiente.
En sí misma, el área no es particularmente bonita, ni la más cercana al mar (aunque está muy cerca), pero es muy agradable, sólo cuesta 8 eurillos al día (y se abarata cuanto más tiempo estás), y tiene de todo, desde lavadora hasta duchas,y sobre todo al servicial Paolo, que nos acaba haciendo todo tipo de favores, desde buscarnos un dentista para Icar, hasta llevarnos al supermercado.
El público, más o menos el habitual: franceses, alemanes, otros más nórdicos como suecos y hasta canadienses, pero ahora, también, unos cuantos italianos. Nosotros somos los más jóvenes, la mayoría son jubilados que viajan varios meses al año. O bien algunos de ellos aún trabajan pero tienen trabajos que les permiten trabajar ciertos meses al año y viajar otros tantos. ¡Interesante!…Lo de siempre, hay tantas historias como personas y familias, y muchos “mundos paralelos”. En todo caso, nuestra pequeña Noa es “la atracción”…ella y un mini-mini perro propiedad de una mujer francesa que viaja con la compañía de esta pequeña miniatura. Noa se lo pasa pipa paseándolo….
Así que éste es nuestro “pequeño paréntesis”.
Hemos tenido varios de éstos en este viaje largo, la mayoría de ellos han sido no exactamente buscados, más bien nos han encontrado ellos a nosotros, jajaja….pero siempre han sido bienvenidos, y al final han resultado algo así como “relajarse y cargar pilas a la vez”. En ningún sitio estamos mejor que aquí si siguen dando lluvias y tiempo revuelto, de hecho, en algún momento llueve mucho…
…Aunque esto no deja de ser Sicilia, y hasta en esos pocos días, el tiempo da una tregua en algunos momentos, y podemos estar siempre bastante al aire libre…Noa puede sacar sus pinturas y experimentos…dar alguna vueltilla en bici por Giardini Naxos…
…con nuestras visitas a parques, ¡cómo no!
Y coger un bus, que encantó a Noa, (“¡máaaaa bus, máaaaa bus!”) hasta la cercana y preciosa Taormina, con su centro histórico y su maravilloso teatro greco romano.
Taormina y su teatro con maravillosas vistas del Etna (¡nublado!)
Y en algún momento el Etna asoma también en nuestro horizonte…bien nevadito…preciosa estampa.
Haga bueno o no, los “habitantes” de este área está claro que no se aburren, y he aquí uno de esos pequeños festejos (que entre risas nos contaron que celebraban “dos días de cada tres”) a los que amablemente nos invitaron esta pandilla de animados “muchachuelos”….😉.
Tras casi cinco días, y aunque estamos muy a gusto, como nosotros no vamos a poder volver el año que viene, como esta gente, nos ponemos en marcha que…¡el resto de esta graaan isla nos espera!
Parece que escampa un poco, pero aún hace frío en las alturas y el temporal no se retira tan rápido del Etna, así que ponemos rumbo sur, siguiendo por la costa este.
Etna, no sabemos si te veremos más de cerca…snif snif. Yo tuve la suerte de subir a su cumbre hace años, y me habría gustado acercarme de nuevo un poquito, ahora con mis dos “compis viajeros”. Por cierto que era mayo y entonces sí, era plenamente l’isola del sole y la luce…
Siguiendo recomendaciones de otros autocaravaneros, que siempre resultan las más útiles, recalamos en el pequeño pueblecito de Brucoli, pernocta libre…y no solitaria, vamos confirmando que Sicilia es un sitio que gusta al turismo de autocaravanas.
Bonito rincón…
….y con estas maravillosas vistas mañaneras del Etna
Las casas de este pueblillo están decoradas con pinturas de motivos marineros y queda muy chulo.
Sicilia en la isla del volcán.
En Sicilia hay tantas cosas interesantes que es imposible detenerse en todas, o más bien da para muchos viajes. Bastantes de las personas de fuera con las que hablamos vienen habitualmente y van conociendo poco a poco.
No paramos ni en Catania ni en Siracusa.
Son ciudades grandes con mucho, mucho que ver y hacer, pero como siempre, preferimos sitios pequeños. Y de hecho, aquí casi todo “se agranda” demasiado, para nuestro gusto, enseguida. Sicilia es una isla grande y en general bastante poblada, también zonas industriales, sigue la tónica de Italia, país con gran densidad de población, aunque, al mismo tiempo, es muy diferente, como otro mundo, y con otros ritmos.
Pero sí la vemos poblada, no son las extensiones de naturaleza y pequeñísimos pueblitos del Peloponeso, por poner un ejemplo reciente.
Como contrapartida, resulta una mezcla increíble de variados espacios naturales y asombrosos restos culturales de civilizaciones diversas…aderezado con otros toques exóticos, como la influencia árabe, su cercanía a África…toda esta mezcla crea un lugar muy especial.
Nos acercamos a Noto, a conocer uno de los lugares más destacados de los varios que hay del famoso “barroco siciliano”…bueno bueno…qué lugar tan encantador…y qué a gusto se está…y qué ricos están los helados sicilianos, porque aaahh, ésa es otra, ¡los dulces!…Y, en general, la cucina siciliana, maaaamma miaaa comm’è buoooona!!☺….
Helados y cannoli siciliani, dos de las muchas cosas ricas en Sicilia. Sicilia en la isla del volcán.
Y el cielo está más que azul y ya empezamos a empaparnos de esa luz…de este sol….vamos vamos Sicilia que seguimos…aaaahhh, que siga la luce…il sole….
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Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
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