Fecha última actualización 01/08/2018 por El Viajero Accidental
Estrenamos la primera corresponsalía de elviajeroaccidental. Hoy tengo el placer de presentaros a Mª Cecilia Puppo que nos contará muchas cosas desde La Plata, en Argentina. Os dejo con ella.
Hola lectores, soy Cecilia, de apellido Puppo, de origen genovés, abuelos genoveses, padre argentino. Soy argentina y allí vivo, pero con esa melancolía que tenemos los de esa tierra que hace que estemos siempre mirando, pensando y añorando Europa. Está muy fuertemente arraigada la idea de cruzar el charco, y de hecho, lo hacemos siempre que podemos, al menos en mi caso. Aunque en general es un poco así, y si no, viniendo de un país tan lejano, tan al sur del mundo, ¿por qué siempre hay argentinos dando vueltas por todas partes del mundo? ¿quién no se ha cruzado alguno alguna vez?
Es ese sentido de que hay que cruzar montañas y mares para llegar a algún lugar lejano del otro lado del globo para descubrir eso que estamos buscando, que ni nosotros sabemos qué es.
En mi caso, la sangre italiana comenzó a despertarse hace unos 5 años atrás. Estuve en Italia hace más de 20 años, me gustó, lo disfruté, pero no me sacudió particularmente, digamos el alma; creo que lo que ocurrió durante dicho período es que me dejé impresionar por España y los españoles, especialmente de un grupete de amigas entrañables que adoro y llevo conmigo a donde sea que vaya….el tema de mis “gallegas” es para otro artículo del blog. Sigo, hace 5 años comencé a estudiar italiano con un curso de adultos, a reírme y disfrutar las películas italianas en idioma original, por supuesto, y a viajar seguido a Venecia por una razón que me reservo de comentar en este artículo porque forma parte de mi privacidad. Esos viajes a Venecia implicaron conocer otros puntos de Italia, recorrimos mares, montañas, disfrutamos buenos vinos y comidas exquisitas. El motivo veneciano ya no existe, pero mi amor por Italia ya se había despertado, la sangre del Nono Nicola sigue fluyendo y eso no tiene vuelta atrás. Por lo que este año emprendí un viaje mitad laboral mitad turístico al sur de ese bello país. Y entre los lugares que elegí como prioridades para visitar estuvo Procida.
¿Por qué esta isla, poco conocida para el turismo masivo? Porque me llegó una foto al Facebook de una página italiana que te sugiere lugares para descubrir. Vi esa foto y me enamoré al momento y dije está cerca de mi destino, así que en este viaje voy. Y fui. Según Wikipedia, Procida es un municipio italiano localizado en la ciudad metropolitana de Nápoles, región de Campania. Cuenta con 10.596 habitantes en 4,26 km². El territorio municipal abarca íntegramente la Isla de Procida y el vecino islote de Vivara (0,4 km²), dos islas del golfo de Nápoles pertenecientes al grupo de las Islas Flégreas.
Su economía se basa principalmente en el cultivo de cítricos, mayoritariamente limones y el licor conocido como limoncello, la pesca y el turismo. Los principales núcleos urbanos se centran en la costa este en Corricella y el puerto mayor en el norte llamado Marina Grande a donde llegan los barcos procedentes de la costa de Nápoles.
La isla es completamente de origen volcánico surgida de la erupción hace más de 20.000 años de al menos cuatro volcanes diferentes. Haciendo un resumen de su historia, hallazgos arqueológicos en el islote de Vivara dan a entender que la isla estaba ya habitada probablemente por colonos micénicos en los siglos XVI – XV a.C. Hacia el siglo VIII a.C. Procida estuvo habitada por colonos calcídicos provenientes de la isla de Eubea y luego por pobladores griegos de Cumas. Durante la dominación romana, Procida no constituía un verdadero núcleo habitado, contaba con diversas villas y asentamientos dispersos; la isla parece haber sido un lugar de esparcimiento para familias patricias así como tierra disponible para el cultivo de la vid. Procida aparece mencionada en la tercera de las Sátiras de Juvenal (*) como un lugar adecuado para una estancia solitaria y tranquila. A lo largo de su historia, ha sufrido devastaciones y saqueos por parte de vándalos, godos y corsarios. La isla vivió un aumento demográfico cuando se convirtió en el lugar de refugio para los habitantes del puerto de Miseno, destruido primero por los lombardos y posteriormente por los sarracenos. Alrededor del año 500 d.C. la población se concentraba en la parte más elevada de la isla, la actual Tierra Murata. En el siglo XI se estableció un monasterio benedictino, hecho que inició un período en el que la isla se llenó de iglesias y capillas, la mayoría aun en pie. A finales del reinado normando la isla se convirtió en un feudo con Giovanni da Procida como su principal representante. Éste fue un importante médico, físico y político del siglo XIII, el héroe de las Vísperas Sicilianas de 1282, un hecho histórico que consistió en el levantamiento de la población de Palermo contra los franceses y que se extendió posteriormente a otros puntos de la isla de Sicilia, provocando el fin al reinado de Carlos de Anjou y la expulsión de los franceses para dar paso a la Corona de Aragón.
La isla de Procida tiene una superficie de 3,7 km² con un perímetro muy recortado de unos 16 km, situada a una distancia de 3,4 km de tierra firme separada por el Canal de Procida. El punto más elevado de la isla es la colina de Terra Murata (91 m) en la que se sitúa un núcleo fortificado de origen medieval que tiene en la punta dei monaci un punto panorámico, el Belvedere dei Cannoni y donde se encuentran el convento de Santa Margherita Nuova y la abadía de San Michele Arcangelo.
En su línea costera se distinguen diversas bahías y promontorios en la que se alternan zonas bajas arenosas como el Lungomare Cristoforo Colomobo desde el que se puede apreciar una puesta de sol fantástica y la playa Ciraccio con sus famosos Faraglioni, con zonas de acantilados.
También cuenta con tres pequeños puertos: en la parte septentrional el puerto de Marina Grande y un puerto turístico, en la parte meridional de la isla el puerto de pescadores Corricella desde donde se ve en lo alto de la montaña los restos del Palacio Real o Castillo construido en 1563 por el cardenal de Aragón Innico D’Avalos el cual se utilizó durante dos siglos y medio como residencia real y posteriormente funcionó como cárcel hasta los años 80; y en la parte oriental el tercer puerto, el puerto turístico de la Marina di Chiaiolella.
En Procida se distinguen ocho zonas llamados grancìe, vocablo de origen griego que corresponde a los barrios que se distribuyen alrededor de un campanario, lo que vendría a ser una parroquia. Los grancìe son: Terra Murata, Madonna delle Grazie, San Leonardo, Marina Grande, S.S.Annunziata, San Antonio Abate, San Antonio di Padova y Chiaiolella.
La isla posee diferentes puntos panorámicos desde donde se la puede apreciar en su mayor parte, uno en la Punta Solchiaro desde donde se puede ver todo el acantilado de Carbonchio con sus playas de arena negra y al fondo la bahía de Corricella.
El turismo en esta isla, junto con el de Capri e Ischia, ha sido ampliamente promocionado desde la década del 50 por el Ente Provinciale per il Turismo di Napoli a través de los afiches de un tocayo, Mario Puppo, nacido también en tierra Ligure (Levanto 1905-Chiavari 1970, Italia)….parientes lejanos quizá?…difícil saberlo. De todos modos es un gran hallazgo que un Puppo haya plasmado en sus pinturas la preciosa Isola di Procida. La isla fue promocionada a través de estos afiches actualmente de estilo vintage, muy modernos para su época, como L’isola della tranquillità (1954) y una isla de pescadores (1960).
Otro dato interesante es que Procida es una isla de cine. Grandes directores de cine la han utilizado como escenario para algunas de sus películas en las que muchos isleños han participado como extras, entre ellas “Il Postino”, film que refleja que Procida es una isla de pescadores, tranquila, que invita a la poesía. Otros films han sido rodados en esta isla como “Francesca e Nunziata” interpretado por Sophia Loren, “L’isola di Arturo” o “El talentoso Señor Ripley” (The Talented Mr. Ripley). Cada año se celebra un festival de arte y cine, Il Vento del Cinema, cinco atractivos días para los amantes del séptimo arte.
Bueno amigos, creo que quedó claro que Procida es un destino altamente recomendable… para los viajeros accidentales… y los no tanto.
¡Un abrazo! Cecilia.
(*) “Aunque aturdido por la marcha de un viejo amigo lo alabo empero porque decide fijar su residencia en la vacía Cumas y donar a la Sibila un conciudadano: él solo. Puerta de Bayas es y litoral agradable de ameno retiro. Yo hasta Prócida prefiero a la Subura” (Traducción del Latín).
Fuentes bibliográficas:
https://es.wikipedia.org/wiki/Procida
http://es.thenatureworld.net/viajes/procida-la-isla-mas-pequena-del-golfo-de-napoles
http://mttj-viajesyexperiencias.blogspot.com.ar/2015/04/procida-la-isla-mas-pequena-del-golfo.html
http://www.italianways.com/puppo-e-le-isole-del-golfo-di-napoli
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Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
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