Fecha última actualización 12/03/2024 por El Viajero Accidental
Recientemente he vuelto a la localidad de Salvaterra de Miño -ubicada al sur de la provincia de Pontevedra- en buena compañía. Quería mostrarle su fortaleza defensiva ubicada en una atalaya frente al río Miño, justo en la frontera con la localidad portuguesa de Monçao.
Nos sorprendimos del excelente estado en el que se encuentra, ya que fue restaurada en 2008 por el ayuntamiento.
Hoy en día Salvaterra de Miño, que debe su nombre a su destino de salvar la tierra -salvar al reino de la invasión portuguesa- y Monçao están unidas por un puente internacional y constituyen la “Eurocidade Monção-Salvaterra de Miño”, pero las relaciones no siempre fueron tan cordiales.
Esta fortaleza forma parte del sistema defensivo iniciado tímidamente a raíz de la independencia de Portugal y muy fortalecido durante la guerra de Restauración portuguesa. Este sistema de defensa fronteriza está compuesto por numerosas fortalezas.
La fortaleza original de Salvaterra de Miño es muy anterior a la guerra de Restauración portuguesa, se edificó en los siglos X y XI. Pero a raíz de este conflicto se remodeló la muralla y se construyeron los baluartes que le otorgan el aspecto actual.
Curiosamente alguno de sus elementos más característicos, como la Puerta de la Oliveira, se los debemos a nuestros vecinos lusos. Fueron ellos quienes los construyeron durante su ocupación de este lugar, que duró 16 años.
La Puerta de la Oliveira está orientada hacia el río Miño por lo que goza de unas vistas preciosas. Antes de atravesarla fijáos en los escudos de piedra incrustados en la muralla que evidencian que durante su ocupación los portugueses no estuvieron ociosos. Los 3 escudos portugueses fueron posteriormente borrados por los españoles pero conservan la cruz y las coronas.
En la parte interior de esta puerta de acceso al recinto amurallado se encuentra la capilla de “A Virxen da Oliveira”. Se construyó integrada dentro de las propias murallas. Este pequeño oratorio es muy propio del barroco portugués.
Así mismo durante el periodo de ocupación portuguesa se construyeron nuevas murallas y se reforzaron los baluartes ya existentes.
Por eso la recuperación de la fortaleza por parte de los españoles supuso no pocos esfuerzos. Fue necesaria la construcción de varias fortificaciones auxiliares. Así encontramos el fuerte de Santiago de Aitona, la fortaleza de Fillaboa y la atalaya de San Pablo de Porto gracias a las cuales se pudo vencer a los portugueses. Una vez conquistada Salvaterra estas fortificaciones se destruyeron al ser un arma de doble filo ya que podían ser usadas para una contraofensiva portuguesa, solo se salvó la atalaya .
La historia de la fortaleza de Salvaterra viene determinada por su situación geográfica fronteriza entre dos reinos. El nacimiento de Portugal en el S. XII conllevó continuos conflictos por la delimitación de la frontera. En el primero de ellos la reina Doña Urraca de León se enfrenta a su hermana Teresa, casada con el rey portugués, ya que esta última pretendía apropiarse de los territorios gallegos del “Baixo Miño”. Durante este conflicto Doña Urraca se refugia en la fortaleza de Salvaterra. Por este motivo el castillo de Salvaterra también se conoce como castillo de Dona Urraca.
Varios siglos más tarde la fortaleza vuelve a servir de refugio, en este caso al noble gallego Pedro Madruga, quién se guarnece en Salvaterra de los ataques del arzopispo Fonseca.
Como veis la historia de este castillo está unida a la de importantes personalidades de la historia de Galicia. Es una historia muy vinculada también a su situación fronteriza entre reinos.
Dentro de la murallas nos vamos a encontrar con una gran explanada, con varias viviendas particulares y con algunos edificios singulares como la “Casa do Conde”. Se trata de la residencia que mandó construir en la zona más alta de la fortaleza Pedro Álvarez de Soutomaior, llamado popularmente “Pedro Madruga” por su costumbre de batallar de madrugada. De la edificación original sólo se conserva el basamento, la parte inferior. Sobre ella se edificó la actual casa que es de principios del siglo XX.
Casa do Conde desde la parte superior de la fortaleza
Desde los baluartes defensivos
También nos vamos a encontrar con el castillo de Doña Urraca hoy convertido en el Museo de la Ciencia del Vino. Está dedicado a los maravillosos vinos de esta zona de O Condado (D.O. Rías Baixas). Dentro de esta edificación se encuentran las llamadas Cuevas de Doña Urraca, que se construyeron en el S. XVII y se llamaron así en recuerdo a la estancia de la reina en este lugar. Se pueden visitar con cita previa.
En intramuros también está ubicada la iglesia de San Lorenzo, de estilo renacentista.
Este conjunto histórico que ocupa una superficie de 9.700 metros fue declarado Bien de Interés Cultural en 1949.
El enclave donde se encuentra es precioso. Desde lo alto de las murallas se contemplan unas vistas preciosas sobre el río Miño y nuestro país vecino. Además Salvaterra dispone de un atractivo paseo fluvial.
Y por si fuera poco en el recinto amurallado se celebra A Festa do Viño do Condado. Esta celebración ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico de Galicia. En una situación ordinaria acudiríamos al festejo el último fin de semana de agosto, pero las circunstancias sanitarias aún no lo permiten.
¡Animaos a conocer Salvaterra, tiene mucho que descubrir!
Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.
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