Fecha última actualización 05/11/2024 por El Viajero Accidental
En muchas ocasiones he pensado en escribir sobre esta localidad tan próxima a Galicia, apenas a 19 kilómetros de la ciudad fronteriza de Tui. La verdad es que frecuento mucho Vila Nova de Cerveira porque presenta numerosos atractivos para ser visitada ¡Ha llegado la hora de animaros a conocer Vila Nova de Cerveira!
Se trata de un pueblo tranquilo, acogedor y dónde podemos disfrutar de un castillo, una plaza central, numerosos restaurantes, parques para hacer picnic con los amigos o la familia, una playa fluvial… incluso de un mercadillo semanal, que se celebra todos los sábados.
Vila Nova cuenta con muchos atractivos. Entre ellos destaca un castillo fortaleza, una plaza central preciosa en la que nos vamos a encontrar con una iglesia del siglo XVIII dedicada a San Cipriano, un entramado de calles medievales muy cuidadas y que conservan en sus edificaciones el sabor de antaño. Prueba de ello es la casa verde revestida en su totalidad de azulejos -ubicada en uno de los lados de la plaza- y además todo ello se encuentra en un entorno natural precioso.
No es inusual que la localidad dinamice sus calles con diversas actividades, como “O Crochet sai á Rúa”, que crean un ambiente muy acogedor y festivo, como os mostramos en estas fotografías.
Vila Nova de Cerveira, como buen pueblo ubicado en la “raia” cuenta con un castillo para su defensa. Su situación fronteriza ha marcado su historia. Para entenderlo debemos remontarnos al siglo XII cuando se proclama la soberanía de Portugal, independizándose el condado portugalense del reino de León. La nueva situación política obliga a defender fronteras y por tanto a la construcción de fortalezas. Esas fortalezas se mejoran y amplían en la guerra de Restauración Portuguesa, siglo XVII y XVIII de forma que la frontera marcada por el río Miño se llena de sistemas defensivos.
Vila Nova no podía ser una excepción, cuenta con su castillo fortaleza de D. Dinis, realizado en el siglo XIII. Para su emplazamiento se aprovechó una pared natural existente en un punto del río. Posteriormente se realizó una segunda muralla y se fortificó más debido a la guerra con los españoles.
A lo largo de su historia se fue construyendo en su interior viviendas, edificios administrativos como la Casa de los Gobernadores, una cárcel, la iglesia de la Misericordia, y una capilla dedicada a la Virgen de la Ayuda (Capela de Nossa Senhora da Ajuda). Se da la circunstancia de que esta capilla está construida sobre la puerta de entrada de la villa, lo que le aporta majestuosidad a la entrada del recinto amurallado.
No siempre la entrada a la fortaleza se hizo por la puerta que lo hacemos hoy. El recinto contaba con otras puertas, como la que daba al río y era conocida como “A Porta da Traição”, la puerta de la traición. Hasta principios del siglo XX en su interior vivían militares. Las condiciones de las instalaciones no eran las mejores y se trasladaron a unas edificaciones extramuros.
Cuando surgieron las “necesidades urbanísticas” originadas por el crecimiento de la población en el S XIX, las segundas murallas fueron desmanteladas para permitir la expansión de la villa. Se demolió entonces gran parte de la torre del homenaje donde vivía el señor feudal, también la pared del norte de la fortaleza y desapareció la puerta que daba al río.
Ya en los años setenta del siglo pasado la fortaleza se convirtió en la “Pousada de Dom Dinis”. Tras varios años de funcionamiento cerró y está pendiente de su remodelación con el plan REVIVE.
Entrar en el recinto amurallado merece la pena. Puedes recorrer sus murallas, ver varias piezas de artillería, observar los baluartes y disfrutar de unas preciosas vistas sobre el río Miño. Después buscaremos tiempo para recorrer su cuidado casco histórico. Circunvalando la fortaleza recorreremos pequeñas rúas (calles) con sus casas, que en algunas ocasiones tienen integrados paños de las murallas en su construcción.
Vila Nova hasta el año 2004 contó con un servicio de ferry para trasladarnos con el coche a la localidad gallega de Goian. El Puente de la Amistad (Ponte da Amizade) ha acortado la distancia entre los dos países por lo que la travesía fluvial ha dejado de existir. Para los amantes del ferry, entre los que me encuentro, deciros que podéis ir hasta la localidad vecina de Caminha y de ahí cruzar a La Guardia. Esta opción fue la que hicimos cuando vinieron unos amigos a Galicia. La travesía es muy agradable y además tiene el aliciente de que te permite acercarte a conocer el poblado celta del monte Santa Tegra (Santa Tecla).
Ya que estáis en Vila Nova, os recomiendo que os acerquéis al mirador de O Cervo. Está en lo alto del monte do Castro, es un homenaje al símbolo de la villa donde hace años abundaban los venados. La carretera está en buen estado y las vistas te dejarán sin palabras.
Durante un tiempo se pudo disfrutar de un columpio que se convirtió en toda una atracción turística. Se dio a conocer con el nombre de Cerlove y mientras te columpiabas podías ver la desembocadura del río Miño, la isla Boega ubicada entre los dos países y el monte Santa Tecla al fondo. Pero se retiró en el verano de 2022 porque no cumplía todos los requisitos legales.
¡Sigue mereciendo la pena subir hasta el mirador porque las vistas por sí solas son impresionantes…
Entre los restaurantes yo destacaría “A casa das Velhas”, no está en el casco urbano sino en un alto. La comida está riquísima y las vistas os asombrarán.
Hay que decir que también en la plaza de pueblo abundan los restaurantes donde comer. Nosotros en muchas ocasiones vamos a comer por allí, con buen tiempo resulta muy agradable.
Esta preciosa localidad también cuenta con una zona de esparcimiento muy agradable para toda la familia, especialmente si vamos con niños, se trata del parque O Castelinho ubicado en la ribera del río, al que se accede directamente desde el fondo del lugar donde colocan los puestos de la feria.
Y además en la parte sur del parque O Castelinho está proyectado un puente para peatones y ciclistas. Conectará Vila Nova con Tomiño -en la parroquia de Goian-, sobrevolando los 330 metros que separan las dos orillas del Miño. Esta pasarela forma parte del proyecto Parque da Amizade Cerveira-Tomiño, que ya está presupuestado dentro del Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza España-Portugal.
Recreación del futuro puente. Fuente: Atlántico Diario.
Si sois aficionados a los paseos peatonales y en bicicleta os diré que la ribera portuguesa cuenta con una senda verde. Su trazado discurre paralelo al río Miño. Va desde el municipio de Monçao, pasando por Valença, por Vila Nova de Cerveira y llegando a Caminha. Es la Ecopista do Minho que tiene una extensión de 46 kilómetros y está considerada la tercera mejor ecopista de Europa.
Como veis Vila Nova de Cerveira tiene mucho para hacer nuestra visita muy agradable.
Aquí os dejamos un vídeo de nuestro canal de YouTube con las vistas desde el mirador de O Cervo.
¡Hasta pronto! Seguiremos recorriendo y compartiendo Portugal…
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