Fecha última actualización 28/06/2020 por El Viajero Accidental

Hace unos meses estuve visitando la Vega del Pas, ese valle donde los pasiegos mudan con sus pertenencias siguiendo los pastos que necesita su ganado. Es curioso observar en el paisaje las casas de los pasiegos integradas en el paisaje como un elemento más de la naturaleza.

En el periplo que hicimos por la Vega del Pas y la Vega del Mieres, llegamos hasta Torrelavega y de allí a Selaya a comprar sobaos y quesadas en casa Macho. Por cierto, en uno de nuestros Diarios de la Cuarentena tenéis la receta para hacer quesadas caseras… ahí lo dejo.

Todo ello por recomendación de mi buen amigo, José Luis Conde, que es cántabro hasta la médula. Entre sus recomendaciones también incluía visitar el palacio de Soñanes que está ubicado en Villacarriedo.

Al llegar quedamos impresionados. El palacio, de dimensiones nada desdeñables, está perfectamente conservado y hoy es un hotel de la cadena Abba. Fue construido a principios del S. XVIII, alrededor de una torre que ya existía previamente.

Su forma es la un cubo de tres pisos con profusión de detalles en sus fachadas, ya que el estilo imperante en la construcción es el barroco. Lleva su tiempo observar los numerosos detalles ornamentales que el maestro cantero realizó.

 

A su lado se encuentra el colegio de los Escolapios, fundado en el siglo XVIII por don Antonio Gutiérrez de la Huerta, un ilustre vecino que murió sin descendencia. Fue inaugurado poco después de la muerte de este importante personaje de Cantabria que hizo fortuna en las aduanas de Cádiz y Huelva. El Colegio Calasanz de Villacarriedo fue único en la Cantabria de esa época y de los pocos que había en España, y seguía los métodos propios de enseñanza de la tradición escolapia iniciada por San José de Calasanz.

 

También nos vamos a encontrar con la iglesia de San Martín, nuevamente de estilo barroco, con una fachada muy coqueta. En su portada podemos ver una hornacina con el santo y si subimos un poco más la mirada nos encontraremos con una espadaña de tres cuerpos.

El pueblo que apenas supera los mil quinientos habitantes es una preciosidad así como el enclave en el que está.

Toda Cantabria te muestra un verde inconfundible. Está comunidad solo tiene una pega, lo bien que se come ¡No se puede ir y lucir tipo! Seguiremos mostrándoos Cantabria desde El Viajero Accidental… ¡hasta la próxima!

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.

 

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