Fecha última actualización 29/12/2022 por El Viajero Accidental
Hoy os voy a hablar del Faro de Cabo Vilán que para mí es uno de los faros más bonitos que he visto en mi vida. He visitado faros en muchos lugares porque soy una enamorada de ellos y el de Cabo Vilán desde luego me parece impresionante. Para resultar aún más impactante se encuentra en una de las zonas más peligrosas, y también mas bellas y agrestes, de la Costa da Morte.
¡Nos vamos hasta Camariñas en la provincia de A Coruña! Al noroeste de esta localidad y a unos 5 km de su centro urbano se encuentra Cabo Vilán.
El lugar es de tal belleza que ya en 1933 fue declarado enclave de interés nacional por ser un lugar rocoso y escarpado. Hoy en día es monumento natural y no nos extraña siendo conscientes de su valor paisajístico.
¡Opinad vosotros mismos! ¿No es un auténtico monumento natural?
En este cabo se construyó en 1854 un faro que complementaba al de las Islas Sisargas. El faro primitivo, conocido como el Faro Vello, se encendía mediante una lámpara de émbolo de aceite de oliva. Era una torre octogonal y estaba ubicada sobre una elevación pero no salvaba la roca que existía más cerca del mar sobre la que se ubica el faro que conocemos hoy en día. Como consecuencia de ello daba lugar a zonas ciegas que eran muy peligrosas para la navegación, a pesar de que se intentó incluso rebajar el terreno con dinamita.
Antes de ponernos a hablar del faro debemos hablar de un hecho que marcó su puesta en marcha: el naufragio del Serpent.
El 10 de noviembre 1890 el casco del barco Serpent que navegaba hacia Sierra Leona se hundió cerca de Cabo Vilán a causa de un fuerte temporal. Como consecuencia de la mala mar su casco se encajó contra la Punta do Boi. El HMS Serpent era un crucero británico de tercera clase de la Royal Navy perteneciente a la clase Archer, una serie de 8 cruceros torpederos de la Marina Real Británica.
Murieron 172 hombres que fueron enterrados inicialmente en el Cementerio de los Ingleses, muy cerca de Cabo Vilán. Si vais por la zona merece la pena que os acerquéis a conocer este peculiar cementerio a la orilla del mar. Es curioso que en su parte central siempre hay flores depositadas por gentes de la zona en recuerdo a los marineros que perecieron en el Atlántico.
Solo hubo 3 supervivientes. El marinero Luxon consiguió vencer el oleaje entre las rocas y encaminarse por un sendero hacia la aldea de Xaviña. En ese recorrido escuchó la voz de su compañero Burton al que las olas habían depositado en la playa de Trece. Sin ningún género de dudas la Praia do Trece es una visita obligada que os recomiendo si hacéis un recorrido por la zona. El tercer superviviente fue Gould que rebotando de roca en roca fue a parar al pie de una barraca de carbón. Al amanecer fue rescatado por las gentes de Camariñas.
Praia do Trece
La construcción del faro que conocemos hoy en día se aprobó en el año 1885. El desastre del Serpent influyó en que se acelerara su puesta en funcionamiento. Era muy necesario un faro de primer orden en la zona. El gobierno español no paraba de recibir críticas de los embajadores ingleses para que se dotara a la zona, cuyos barcos transitaban a menudo, con mejores faros. Según iba pasando el tiempo se convirtió en una exigencia del gobierno inglés porque la mayor parte de los barcos que se hundieron en esta zona llevaban su bandera.
El faro de Cabo Vilán se encendió por primera vez el 15 de enero de 1896 lo que lo convierte en el faro eléctrico más antiguo de España y uno de los más antiguos de Europa. Actualmente continúa guiando a los barcos por la Costa da Morte. Dejando a un lado lo impresionante y bello que nos pueda parecer el faro de Cabo Vilán, la importancia de este faro viene dada porque es vital para el tráfico marítimo de esta zona. Alcanza una altura de 130 metros sobre el nivel del mar gracias a su ubicación y su luz de 2 destellos blancos cada 15 segundos llega a las 60 millas (97 km) de distancia.
El faro en sí tiene 25 metros de altura. Está construido con granito procedente de canteras de la zona. Su torre octogonal se mimetiza con la roca, de 80 metros sobre el nivel del mar, en la que está enclavado. El proyecto fue de los ingenieros Francisco Lizárraga y Adolfo Pequeño.
Llama la atención el túnel que mediante 100 escalones une el antiguo edificio de servicio con la base del faro.
El edificio de servicio, que albergaba también la casa del farero, se hizo necesario debido a la cantidad de personal que realizaba trabajos en el faro. En sus inicios fueron necesarios seis fareros, un maquinista y un fogonero. Esta construcción alberga a día de hoy el Centro de Interpretación de los Naufragios. Si te animas a visitarlo podrás admirar diverso material sobre los naufragios ocurridos en la Costa da Morte y sobre los faros que la iluminan. Por cierto, es gratuito.
Hay quienes lo llaman “el faro de los faros”… ¡Ahí lo dejamos!
Si no lo conocéis desde El Viajero Accidental os recomendamos que os anotéis esta visita porque merece la pena el Faro Vilán, el cabo en que se ubica y muchos otros puntos como el Cementerio Inglés o la Praia do Trece de los que os hablaremos próximamente.
¡Seguimos recorriendo Galicia de cabo a rabo!
Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.
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