Nunca imaginé cuando era estudiante en la USC -Universidad de Santiago de Compostela-  que iba a subir hasta lo más alto de una de la torres simétricas que custodian al Apóstol a ambos lados de la fachada del Obradoiro. Estas dos torres barrocas tienen una altura considerable, aproximadamente se alzan unos 70 metros desde la plaza del Obradoiro.

A simple vista parecen iguales pero si te fijas atentamente una de ellas, la torre sur, alberga campanas. La otra, la torre norte que está situada a la izquierda, aparece ante nuestros ojos vacía de este contenido.

 

Podríamos preguntarnos el por qué de esta situación. Una torre de un templo sin campanas solo se explica basándonos en que las mencionadas campanas se hubieran estropeado y las retiraran.

¡Nada más lejos de la realidad!

Esta torre catedralicia contiene la carraca, un instrumento de percusión de enormes dimensiones que está hecho con madera de castaño. Se compone de cuatro cajas de resonancia rectangulares colocadas en cruz. Cada brazo de la cruz mide dos metros. En el centro del aspa está la manivela para girarla manualmente.

 

Cuando la carraca se pone en funcionamiento emite un gran quejido, con el que se quiere expresar el dolor que se siente por la muerte de Jesucristo. Por eso el instrumento solo se usa en Semana Santa.

Para acceder a esta maravilla debemos dirigirnos al Pazo de Xelmírez, adosado a la fachada de la catedral, donde está ubicado el centro de visitantes. Ya solo nos queda subir unos 140 escalones, de altura superior a la habitual, para poder contemplar la carraca y las vistas panorámicas de toda la ciudad, incluido el monte Pedroso y el Gaias con La Ciudad de la Cultura de Galicia construida sobre él.

 

 

El esfuerzo sin duda merece la pena. Desde la Torre de la Carraca contemplas también las torres y esculturas de la catedral desde una perspectiva totalmente distinta.

 

Hace diez años se construyó una réplica de la carraca original y desde el mes de julio de 2020 se puede subir a verla. Merece la pena la visita sin ningún género de dudas, al igual que la visita a las cubiertas de la Catedral.

La antigua carraca se conserva y se puede contemplar en la subida a la torre.

 

Toda la información sobre las entradas la encontrareis en el siguiente enlace https://tickets.catedraldesantiago.es/es-ES/informacion-recinto/4/torre-carraca#comprar

Si lo que queréis es oír el lamento de la carraca no queda otra que acercarse a Santiago de Compostela en Semana Santa. Tendrá que ser un Viernes Santo o un Sábado Santo, fechas en las cuales suena tres veces al día. El resto del año enmudece.

Muchas catedrales tenían carracas pero no han llegado hasta nuestros días. Sin embargo en Santiago de Compostela tenemos la suerte de que se haya mantenido la tradición.

La leyenda dice que gracias al estruendo que emitía la antigua carraca, las tropas napoleónicas abandonaron la ciudad despavoridas al creer que se estaba produciendo un levantamiento popular.

¡Santiago de Compostela mucho por descubrir!

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.

 

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