Hoy es nuestro último día en Rapid City y lo dedicaremos a las Badlands. Pero antes de emprender camino y el regreso a Minneapolis, decidimos despedirnos con un buen desayuno a base de bagels y café americano. El lugar elegido fue “Black Hills Bagels & Factory”, un lugar totalmente recomendable, sin duda.

Una vez que cogimos fuerzas, pusimos rumbo a las Badlands National Park, a 72 kilómetros de Rapid City. Nos quedaba bien situado porque no nos suponía desviarnos de nuestra ruta de vuelta.

Badlands National Park es un parque nacional que contiene los yacimientos de fósiles del Oligoceno más ricos del mundo.

 

“Nacido de volcanes. Hace treinta y siete millones de años, el antiguo núcleo cristalino de Black Hills ya había estado expuesto a la erosión. El largo perfil azul de esas montañas visibles hacia el oeste, se parecía mucho a lo que es ahora.

Aproximadamente en ese momento, los arroyos que fluyen desde el oeste comenzaron a depositar sedimentos en esta área. La mayor parte del sedimento era ceniza volcánica arrastrada por el viento que se había depositado en la cuenca que alimentaba los arroyos. De vez en cuando, los ríos traían grava y rocas desgastadas por corrientes de las mismas Black Hills. La ceniza se transformó en arcilla y se convirtió en roca.

La erosión no comenzó a surcar las capas de las Badlands ni a presagiar el paisaje actual hasta hace muy poco, quizás hace sólo medio millón de años”.

Ofrece un paisaje de llanuras y formaciones rocosas que parecen agujas y que forman multitud de cañones, donde poder adentrarse para recorrer alguna de sus rutas de senderismo.

 

 

El parque tiene una extensión de más de 980 km2 y está dividido en dos zonas, norte y sur, que limitan con la reserva india de Pine Ridge, una de las más importantes que existe en la actualidad. Hacia el sur se encuentra el lugar donde ocurrió la famosa masacre de Wounded Knee.

Llegamos al parque por la zona norte, pagando una tarifa de 25 dólares por vehículo.

 

La visita, de una duración de tres horas, transcurre por una carretera llamada Badlands Loop Road. A lo largo del camino se pueden hacer paradas en los miradores que permiten admirar un entorno único.

 

Después de tres horas y miles de fotos, nos despedimos de Dakota del Sur, con mucha pena pero con la satisfacción de haber cumplido un sueño.

Quiero agradecer a mis primos, Jena y Álvaro, todo lo que han hecho para contribuir a que este sueño se haya hecho realidad y a mi querido Pedro por haberme acompañado en esta nueva aventura.

 

También quisiera mostrar mi agradecimiento a Carmen Del Río y a Luz Picos Freire por confiar en mí y darme esta bonita oportunidad de contarlo por escrito y en podcast.

¡Me ha encantado compartir este roadtrip con vosotros y de momento me despido! ¡Hasta pronto!

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo y no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.

 

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