Fecha última actualización 25/01/2025 por El Viajero Accidental

Armea es un lugar que pertenece a la parroquia de Augas Santas, ayuntamiento de Allariz.

 

A las personas que vienen a Galicia por primera vez les resulta complejo entender la distribución territorial de nuestros concellos (municipios). Pero entenderlo es fácil, en los distintos términos municipales la población se asentó más o menos agrupada y con el tiempo fueron construyendo una iglesia, que pasó a ser su parroquia. Para identificar su casa señalaban el lugar donde se ubicaba. Así que es fácil entender: lugar, parroquia, concello. En que lugar está su casa, a que parroquia asisten y en qué ayuntamiento realizan los trámites administrativos.

Dicho todo esto en el lugar de Armea, parroquia de Augas Santas y concello de Allariz nos vamos a encontrar con un tesoro arqueológico, un museo al aire libre, un poblado castrexo y una villa romana formada por un entramado de viviendas, algunas de dos plantas, con calles pavimentadas, red de saneamiento y atrios que recogían las aguas pluviales.

Vista de la Cibdá de Armea en Allariz

 

El descubrimiento de esa villa romana se debe a un vecino del lugar, Francisco Conde-Valvis, ingeniero de profesión pero amante de la arqueología desde niño ya que su padre lo llevaba con él por los campos y montes señalándole restos arqueológicos.

En los años cincuenta del siglo pasado, con su propio dinero y su tesón comenzó a desenterrar el conjunto arqueológico que hoy podemos visitar. Algunos hallazgos están en el Museo Arqueolóxico Provincial de Ourense, como la figura del Guerrero Alaricano por ejemplo. Tras el descubrimiento el propio Conde-Valvis decidió volver a cubrir el yacimiento de tierra ante el temor del expolio.

 

Hace unos quince años el concello de Allariz y la universidad de Vigo, a través de la Facultad de Historia del campus de Ourense, se pusieron manos a la obra con el yacimiento. Hoy podemos contemplar una parte significativa de la ciudad romana, pero se estima que lo que vemos es sólo un fragmento de un gran asentamiento romano de índole rural y que fue abandonado de forma pacífica por razones desconocidas.

Las excavaciones pusieron al descubierto la mitad de una casa de planta redonda de tradición castrexa con cerámicas y objetos metálicos que podrían datarse en el siglo I antes de Cristo. Todo esto apunta a que bajo la cibdá existió un poblado de finales de la Edad de Hierro.

Como ya hemos dicho el asentamiento está ubicado en la parroquia de Augas Santas que ya de por sí merece ser conocida. En su núcleo «urbano» tiene una iglesia de dimensiones poco acordes con el volumen de parroquianos a los que asiste.

 

 

La iglesia de Santa Mariña de Augas Santas comienza siendo románica en sus inicios pero sufre una transformación en época del gótico. De hecho cuenta con tres rosetones que le aportan luz.

 

Su interior, de gran belleza, alberga el sepulcro de Santa Mariña. Hoy está vallado pero originariamente se podía circunvalar, como ocurre en la catedral de Santiago con el sepulcro de Santiago.

Su techo artesonado, en su parte central conserva el ajedrezado y la policromía románica.

Sepulcro de Santa Mariña

 

 

Como no podía ser de otra manera, Santa Mariña sufrió martirio por no renunciar a su fe cristiana. La leyenda de los distintos martirios a los que fue sometida Mariña da sentido a distintos lugares que nos encontraremos en nuestros recorrido. Tras intentar quemarla viva o ahogarla finalmente se optó por decapitarla. Al hacerlo la cabeza dio tres botes que originaron tres manantiales.

En uno de ellos se construyó una bonita fuente de tres caños: A Fonte da Santa de propiedades milagrosas según los vecinos. Está presidida por la imagen de Santa Mariña con sus atributos habituales: la corona, la palma de la victoria, la cruz y pisando un dragón. A su lado se encuentra lo que queda del tronco del Carballo da Fonte, de gran valor simbólico y patrimonial para los vecinos.

 

El entorno de la iglesia cuenta además con un pazo. En el siglo XVIII se construyó, anexo a la misma, el Pazo de Verano del Obispo que hoy necesita rehabilitación y al cual no se puede acceder.

 

Si decidimos acercarnos a conocer estos lugares podemos hacerlo por nuestra cuenta, pero nosotros recomendamos hacer una visita guiada ¡Es otra historia! Por eso te recomendamos que lo hagas con el equipo de Xeitura a través de Troulanda. Para ponértelo aún más fácil si al hacer la reserva desde aquí introduces el código de descuento elviajero2024 obtendrás un 5% de descuento.

 

Esta visita guiada con Xeitura te permitirá conocer pequeños rincones que de otra manera pasarían desapercibidos y que te aseguramos merecen la pena… En nuestro paseo nos llamó la atención un petroglifo incrustado en un muro y que un vecino del lugar lo salvó del expolio de esa manera.

Petróglifo de Armea

 

También entramos en un palleiro (pajar) muy curioso. En algún momento el propietario del mismo decidió arreglarlo, reutilizando una piedra con una inscripción latina y colocado unas columnas de piedra de la misma época, que resultaron pequeñas en altura por lo que terminó el apaño con ladrillos.

 

Desde la iglesia comenzaremos una ruta circular (con inicio y final en la misma). Nos adentramos en un bosque de castaños, árbol también vinculado a la santa.

 

A un lado del sendero nos encontramos con una gran piedra conocida como O Asento da Santa, donde Mariña descansaba. Los dos huecos corresponden al lugar donde posaba sus pies.

O asento da santa

 

Pero sin duda lo más sorprendente es el lugar llamado O forno da Santa. Una construcción subterránea a la que se accede por una escaleras empedradas. Justo encima de ese lugar están las paredes de una iglesia inacabada, la Basílica de la Asunción.

 

El Forno da Santa recibe su nombre de la leyenda que le atribuye la ubicación exacta donde se intentó quemar a la santa. Pero se cree que en realidad es una construcción castrexa que fue posteriormente modificada y adaptada a las ritos católicos. La creencia apunta a que las canalizaciones de agua que hay en este lugar se sometían al calor para realizar actos de purificación. Originalmente la estancia tenía una pared de piedra con una pequeña puerta de acceso, que fue objeto de modificación.

 

Continuamos nuestra ruta para llegar a un paraje de gran belleza paisajística, nos recibe O Penedo da Moura que es una roca granitica de grandes dimensiones y que también tiene su historia… que os contará Xeitura. Muy cerca volvemos a encontrarnos un lugar con mucho encanto donde está O Carballo (roble) da Santa y As Pioucas. Se trata de dos hendiduras graníticas llenas de agua todo el año.

De nuevo la leyenda de Santa Mariña nos acompaña… en ellas San Pedro alivió las quemaduras de la Santa. Las pioucas están rodeadas por un pequeño muro de mamposteria.

El carballo original que era enorme, unos 9 metros de circunferencia, no estaba ubicado en ese lugar sino en un lugar elevado cerca del Monte do Señoriño pero el árbol fue destruido por un rayo a mediados del siglo pasado.

 

Tras hacer un descanso en la zona de As Pioucas, la ruta circular que estamos haciendo y comenzamos en la iglesia de Augas Santas nos conduce a la Cibdá de Armea. Al verla quedamos asombrados, no esperábamos sus dimensiones ¡Te deja boquiabierto!

Vista panorámica de la villa romana

 

Merece la pena subir a la parte mas alta, desde esta atalaya en días claros se divisan unas vistas impresionantes del Val da Rabeda y, al fondo, las proximidades de Ourense.

La visita a la parroquia de Augas Santas es muy recomendable. Y eso que fuimos en un día lluvioso y frío. Pero incluso con lluvia os animamos a hacerla porque merece la pena en cualquier circunstancia.

¡En un día primaveral debe ser una delicia!

De vuelta a la aldea siguiendo la indicación de Monte do Señoriño aún nos esperaba una sorpresa, en una zona elevada del terreno hay unas escaleras talladas en la piedra granítica. Fueron descubiertas por un vecino que buscaba el marco que delimita las propiedades rurales en Galicia. Se desconoce para que fueron realizadas, podrían ser parte de una villa romana o de algún santuario.

Por cierto… por parte del camino que recorrimos pasaba una antigua vía romana. Y desde el medievo es frecuentado por los peregrinos que optan por realizar la Ruta de la Plata, en su caminar hacia Santiago de Compostela.

 

La zona de Santa Mariña de Augas Santas es una maravilla y aunque ya hay detrás mucho trabajo de puesta en valor, aún es muy desconocida.

¡Anímate a conocerla!

 

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