Este microrelato ganó la IV edición del Concurso de Microrelatos Melibro. Microrelato escrito por y propiedad de José Luis Conde Huelga.

 

La NASA confirma que los habitantes de Marte son colonos procedentes de otro sistema solar.

Houston TX, EEUU. 23 de marzo 2035. Agencias.

Tras dos días de desconcierto y rumores a cual más increíble, compareció Neil Mayflower, portavoz de la NASA. Después de meses relatando a diario los avances de la misión espacial más ambiciosa de la humanidad, su comparecencia hoy despertaba una mezcla de excitación y temor. De los cientos de corresponsales presentes, solo algunos se atrevían a adelantar teorías acerca del contenido de la rueda de prensa.

Desde el pasado martes la tensión ha ido creciendo alrededor de la misión “Hestia”. Los accesos al centro de seguimiento de misiones en Houston están custodiados por el ejército y los científicos que trabajan en el mismo no han dejado las instalaciones desde entonces.

Pero ni estos sucesos podían anticipar lo que Mayflower relató ayer en sesenta minutos de lectura firme, precisa y sorprendida. Sí, el propio portavoz parecía no creer lo que estaba leyendo y en más de una ocasión alzó la vista de sus notas para mirar fijamente a la estupefacta audiencia.

Los hechos: la nave no tripulada “Curiosity” había aterrizado en la luna “Fobos” el 15 de marzo con el fin de instalar un observatorio desde el que fotografiar Marte permanentemente. Es aquí en Fobos, el 17 de marzo, cuando los sistemas de fotografía a velocidad súper lenta detectan unas columnas, aparentemente de polvo, ascendiendo del cráter “Gale”, cerca del ecuador del planeta. Su aspecto regular, distinto al de una tormenta, alerta al centro de seguimiento de misiones. Pero desde la luna es imposible identificar el origen de las columnas. Tal es la seguridad de los científicos de que el origen del acontecimiento no es meteorológico, que la NASA decide alterar el lugar original del aterrizaje de la nave “Curiosity” para fijarlo en la “Bahía Yellowknife”, una no muy profunda depresión dentro del cráter, llana y pedregosa.

La nave aterriza en la bahía el 19 de marzo. Es ahí donde confirma que las columnas no son de polvo, sino de vapor. Ascienden uniformemente desde dos construcciones rectangulares que apenas sobresalen del suelo marciano.

La “Curiosity” está equipada con los más avanzados sistemas de comunicación. El control de misiones en Houston los activa, atónitos ante el hecho de estar por primera vez “haciendo una llamada” como dice Mayflower, no lanzando “un mensaje en una botella”.

El 21 de marzo, a las 6:23pm hora local de Houston, la “Curiosity” detecta una señal analógica, emitida, no natural.

Mayflower no especificó cómo la NASA ha sido capaz de interpretar el contenido del mensaje. Solo lo relató despacio, sin alterar su tono de voz. Debajo de la nave “Curiosity” se encuentra una construcción subterránea, poblada por colonos procedentes de otro sistema solar aun no identificado. Su mensaje aclaró que eran conscientes de las sondas científicas terrestres desde el principio. Y a continuación una idea sencilla, sin amenazas ni excusas, Marte es parte de su patrimonio, nosotros podemos considerarnos visitantes, huéspedes, en ningún caso residentes.

 

COMENTARIO CRÍTICO

A veces las más increíbles noticias empiezan a vislumbrarse por detalles aparentemente insignificantes. Es el momento en el que la nave no tripulada «Curiosity», asentada en Fobos, la más grande luna de Marte, fotografían unas extrañas columnas de polvo surgiendo del cráter Gale.  Lo que surge en la mente del ganador del IV concurso Melibro es el espacio concedido a imaginación.

Como en las buenas mentiras, lo que se cambia es poco, muy poco; pero ese muy poco lo hace todo muy diferente.

Es el relato uno de esos de ciencia ficción. Pero es uno de los buenos. Tiene escenarios, tensión, tecnología, la maquinaria sobrecogida del poder imperial al descubierto, un futuro próximo imposible de predecir…, y extraterrestres.

Hay una reflexión que no podemos obviar. Lo sentimos, pero no solo no somos el centro de la galaxia; además, hemos llegado tarde. Ya somos «visitantes, huéspedes, en ningún caso residentes». Ironías del progreso. Imaginemos a Colón doblar la espesura de las indias y descubrir a un marinero inglés. Pues algo parecido.

Por otro lado, el texto cumple con las imágenes visuales que el género en el cine ha construido una y otra vez; la parafernalia de un micro que perfectamente podría tener su versión microcinematográfica.

Y, por terminar, se cumple con uno de los requisitos imprescindibles de las bases: construir un relato con el formato de la noticia de prensa.

Enhorabuena, autor.

Manuel Yagüe

Loading

Print Friendly, PDF & Email