El Camino de Santiago – Camino Primitivo

El Camino de Santiago – Camino Primitivo es la primera entrega de nuestro recorrido de El Camino de Santiago hecho en abril 2019. En esta primera entrega escribimos sobre la primera parte del camino hecho, las dos primeras etapas que correspondieron con el final del Camino Primitivo. Aquí vamos ya.

Hacer El Camino de Santiago es una decisión muy personal. Puede haber muchas motivaciones, religiosas, espirituales, turísticas…muchas. En nuestro caso, nosotros siendo Raquel y José Luis, dos de #LosAccidentales, había un componente de celebración. Qué mejor que celebrar los 25 años juntos con largas jornadas de soledad por campo y bosques.

Sí, suena algo peligroso, estar tanto tiempo juntos puede ser un arma de doble filo. Puede ser la re-afirmación de la relación o el fin de la misma. Salió muy bien, lo podemos asegurar.

Lo primero fue planear el viaje. No es un recorrido turístico, ese es un error que no se debe cometer. Raquel lo tuvo muy claro desde el principio y confió su idea original a nuestra amiga Noelia de Woman to Santiago. Conocíamos a Noelia de nuestra actividad como bloggers y del blogtrip hecho en Palencia con Radio Viajera. Sus consejos sobre las etapas y organización del recorrido en general (alojamiento y transporte de mochilas en particular) fueron excelentes y tuvieron mucho peso en el buen sabor de boca que nos dejó toda la experiencia.

Los inicios del viaje

Comenzamos nuestro viaje desde Madrid y para ello utilizamos el tren. Madrid-Lugo para comenzar allí estas dos primeras etapas: Lugo-Ferreira; Ferreira-Melide.

¿Hay algo más viajero que un viaje en tren? Porque además uno disfruta del recorrido durante bastantes horas, ¡¡concretamente siete horas!! El recorrido Madrid-Zamora es muy agradable, pero una vez pasada la ciudad castellana casi cinco horas nos esperan para llegar a Lugo.

Así que tuvimos tiempo suficiente para preparar ideas sobre las etapas, los artículos y podcasts que podrían salir del viaje y también para revisar los preparativos.

Pero bien merece la pena llegar a Lugo, porque es mucho más que su muralla. Y así lo reflejamos en este artículo que os adjuntamos:

Primera etapa, Lugo-Ferreira

Hicimos la primera noche en Lugo y por la mañana del lunes, ¡nos pusimos en marcha! Ya en su despedida Lugo nos habló de agua, dejando atrás el Miño.

Comenzamos a caminar hacia Ferreira, que iba a ser nuestro lugar de descanso de la primera etapa. Salimos de Lugo acompañados ya de otros peregrinos, en concreto de unos estudiantes mejicanos y de Joe. Joe era un estadounidense de Las Vegas que había cruzado unos cuantos miles de kilómetros para hacer el Camino. Su afición es el trekking, que practica en la sierra de Nopah, a no muchos kilómetros de Las Vegas.

Joe nos acompañó en nuestros primeros kilómetros, conversación interesante y muy buen ritmo, tanto que poco a poco nos dejó atrás y nos quedamos Raquel y yo solos a disfrutar de nuestra compañía, nuestros silencios y de la campiña lucense.

En esta etapa del Camino Primitivo esa fue la constante. La maravillosa campiña lucense y sus bosques.

Y al cabo de casi dos horas de caminar…empezó a llover. Y no la lluvia fina del norte, sino más poderosa, con viento. Así que nos pusimos nuestras capas…y a seguir adelante. El objetivo seguía siendo llegar a Ferreira. Inicialmente la etapa no llegaba a los 30 kilómetros. Pero nos fue tentando. Había multitud de sitios, no ya solo bellos, sino interesantes. Como este Miliario de San Romao de Retorta que nos encantó.

¿Qué es un miliario? “Un miliario o piedra miliar, palabra proveniente del latín miliarium,​ es una columna cilíndrica, oval o paralelepípeda que se colocaba en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias cada mil passus (pasos dobles romanos) es decir, cada milla romana, lo que equivale a una distancia de aproximadamente 1480 metros”. ¿Qué mejor monumento a encontrar en El Camino?

Y allí en San Romao de Retorta se nos ocurrió afortunadamente parar a comer, porque al final 30 kilómetros recorrimos. Aquí volvimos a encontrarnos con Joe, no sería la última vez.

Continuamos y aunque las subidas y bajadas eran muy rompe-piernas, las vistas no podían ser mejores, como podéis ver en este video.

Y llegamos finalmente al Albergue a Nave de Ferreira, un descubrimiento. Noelia, de Woman to Santiago, nos había preparado esta primera estancia en un albergue. Y acertó.

Belén y Rubén regentan este albergue sencillo pero muy acogedor. Habitaciones funcionales, una amplia zona de descanso y para las comidas/cenas…y hospitalidad. Hospitalidad plasmada en una excelente cerveza, la Aloumiña, y en un paella que borda Rubén y que devoramos. De hecho Belén y Rubén cayeron en nuestras redes y los entrevistamos para el podcast que también hemos hecho sobre este viaje.

En el albergue descansamos, charlamos muuuucho rato con Rubén y nos fuimos a la cama prontito. Los casi 30 kilómetros nos pasaron factura. Estábamos muy contentos de lo que ya apuntaba como una gran experiencia, pero completamente molidos. Aquí está el recorrido para dar fe.

Segunda etapa, Ferreira-Melide

Nos levantamos plenamente recuperados, nos habíamos cuidado a fondo gracias a que Raquel lo tenía todo previsto. Pusimos rumbo a Melide.

Este segundo día nos deparó de nuevo un recorrido por bosques donde el agua juega un papel determinante. Lugo es agua, en los ríos, en los arroyos , en los numerosos puentes sobre pequeñas corrientes…

Camino de la Sierra del Careón atravesamos más de la campiña lucense. A mí no dejaba de recordarme a paisajes muy similares en el Peak District, cerca de Manchester, o en general en la campiña del norte de Inglaterra.

Una casa en Lugo

Para llegar a Melide había que coronar la Sierra del Careón, que sin ser un ejercicio de alpinismo, sí que requiere bastante esfuerzo. Este tramo, justo antes de la Sierra y ella en sí misma, nos pareció de nuevo una oportunidad para recorrer el monte en silencio, atravesando conjuntos de no más de 3 o 4 casas.

Coronamos la sierra y poco después nos detuvimos a reponer fuerzas. Melide se veía al fondo, engañosamente cerca.

Antes de llegar a Melide nos encontramos a una simpática lugareña en una bicicleta a tres ruedas, un triciclo gigante y además eléctrico. Nos acompañó un buen rato y para cuando nos quisimos dar cuenta estábamos ya entrando en Melide.

A Melide llegamos muy tocados físicamente, sobre todo yo. Mi rodilla derecha parecía no querer seguir, apenas podía doblarla. De nuevo la previsión de Raquel en forma de spray refrescante y anti-inflamatorios hizo milagros.

Eso y un factor que siempre hay que tener en cuenta: el pulpo y los cachelos de Melide. Nos hospedamos en el albergue-hostal A Lúa do Camiño, nuevo acierto de Noelia. Y aunque para llegar al centro del pueblo había que caminar cuesta arriba, nosotros teníamos una misión: cenar en Ezequiel, y eso hicimos. Raquel, a quien le encanta el pulpo, da fe de que sin duda mereció la pena “arrastrarse” hasta esta pulpería que va a lo esencial: buen producto, mesas largas en un ambiente de compartir el placer de estar juntos.

En Melide ya vimos que aumentaba mucho el número de peregrinos. Aquí se juntan el Camino Primitivo y el Francés.

Y de aquí salimos la mañana siguiente camino de Arzúa. Y eso será ya nuestro segundo artículo sobre nuestro Camino. ¡¡Hasta entonces!!

Links en este artículo:

Noelia de Woman to Santiago

Radio Viajera

la sierra de Nopah

Miliario de San Romao de Retorta

Albergue a Nave de Ferreira

la Aloumiña

A Lúa do Camiño

Ezequiel

Nuestra segunda etapa en Strava

Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.