Roma asoma en distintos espacios de Córdoba, la ciudad en la que coexistieron tres culturas, la cristiana, la musulmana  y la judía. Ahora y cada día más la cultura romana reclama su espacio.

Roma siempre  ha estado presente en la ciudad, la actual Córdoba estaba atravesada por la Vía Augusta, que entraba por el Puente Romano y salía cerca del templo, entre las actuales calles Claudio Marcelo  y Capitulares.

Durante 20 siglos, el puente romano, conocido como “Puente Viejo”, fue el único con el que contó Córdoba para unir las dos riberas del Guadalquivir.

A mediados del siglo pasado, en la obras de ampliación del edificio de ayuntamiento, Roma volvió a asomarse, mostrando su presencia en  una ciudad con un patrimonio abrumador.

Al hallar el templo romano, el arquitecto Félix Hernández, llevo a cabo una primera rehabilitación y reconstrucción del lugar.

El templo romano es uno de los distintos vestigios romanos que se conservan en la ciudad, vestigios que se encuentran por doquier, si nos fijamos cuando visitamos la Mezquita veremos, junto a una de las puertas de acceso , dos miliarios, las columnas que los romanos colocaban en las calzadas para señalar las distancias cada mil pasos. Continuamente aparecen restos de Corduba, a finales del siglo pasado los arquitectos municipales hallaron los primeros restos de un Circo Romano en la zona del Palacio de Orive, también en la zona del Museo Arqueológico se han encontrado restos del Teatro. Y ¿qué decir del impresionante puente romano?. Que con su belleza adorna la ciudad.

Roma también ha dejado su huella inmaterial en Córdoba a través de los patios, espacios identitarios de la ciudad que son el resultado de sumar civilizaciones. El primer antecedente constatado del patio cordobés lo encontramos en la domus romana, la casa organizada en torno al atrio, espacio central, que estaba descubierto para recoger el agua de la lluvia en un estanque, llamado Implivium, que en el transcurso de los siglos dará paso a la alberca. Es cierto que la cultura omeya consolida el patio como parte fundamental pero Roma puso los cimientos .

En los últimos años, a través del Plan Turístico de Grandes Ciudades, que promueve el gobierno autonómico, se han realizado nuevas obras de restauración del templo,  para su puesta en valor.

 

La actual labor de reconstrucción se ha basado en el trabajo realizado anteriormente, a mediados del siglo XX y ha acometido obras en los dos muros que servían de apoyo al pórtico de entrada al templo (el Pronaos) y en los capitales, tanto en los encontrados como en los reconstruidos en su día por Félix Hernández.
Se han reforzado las sillerías y  las cimentaciones, tanto del propio templo como del muro de contención de la plaza en la que se encuentra. Tras los trabajos realizados podemos contemplar 3 capiteles originales, colocados sobre las columnas de un templo construido sobre un pódium.

 

Este templo esta datado a finales del S.I después de Cristo, se construyó en mármol blanco, con estructura frontal hexástica (6 columnas frontales) y las columnas de los lados encastradas en las fachadas laterales del edificio.

La placa explicativa del monumento informa que es un templo hexástilo pseudoperiptero. Creo que se impone una explicación a esta terminología arquitectónica. La forma elegida gustaba mucho al imperio, contaba con un atrio con columnas y en el resto de los laterales, las columnas iban adosadas al muro. Os pongo una fotografía que plasma como era un templo hexástilo pseudoperiptero. Así debemos imaginarnos el templo romano de Córdoba.

Como se puede apreciar en las fotografías, en el templo de Córdoba se conservan las 6 columnas frontales, pero de las 10 columnas con las que contaba cada uno de sus laterales se ha reducido su número a 3.

Lo más destacado de este templo romano destinado al culto imperial, que comenzó a construirse cuando era emperador Claudio y fue finalizado en la época de Domiciano, son sus cimientos. El templo que se realizó en mármol está apoyado en un muro, que soporta el peso y evita su desplazamiento. Este sistema de cimentación se llama antérides, se cimenta con contrafuertes dispuestos en abanico y después se levantan muros de contención. Los muros de antérides no son frecuentes en las construcciones romanas, de ahí su valor.

 

El coste de la obra  ha sido de 200.000 euros y la segunda fase, estaba previsto comenzarla a finales de 2017 pero se está demorando , se ha adjudicado por  un presupuesto de 279.000 euros que se destinarán a poner en marcha instalaciones que hagan visitable el templo quizás a finales del año  2018, al que hoy nos acercamos desde la acera.

 

Se quiere completar las actuaciones sobre el templo construyendo una pasarela sobre el mismo y se dará entrada a los restos ubicados en el edificio del consistorio, para ello está prevista la apertura de un gran hueco en el muro del ayuntamiento. También se contempla en un futuro cercano, dotarlo de un centro de interpretación donde los visitantes y los cordobeses puedan conocer a fondo el monumento y su contexto histórico.

La reforma global del espacio del templo tiene el objetivo de que el lugar vuelva a ser una plaza, en la época romana hubo allí una gran plaza.

Estoy deseando poder recorrerla y entrar en el podium del templo,  será un privilegio.

La Córdoba romana asoma con fuerza en esta ciudad que rezuma patrimonio. En este año MMXVIII, podremos asistir a un programa de actividades que han sido diseñadas para recalcar la importancia romana en la ciudad. El programa se llama “Kalendas” en referencia al calendario romano, que constaba de 10 meses, de marzo a diciembre. El primer día de cada mes es la kalenda. En el sistema romano de medición del tiempo, el periodo comprendido entre finales de diciembre a principios de marzo no pertenecía  a ningún mes, estos días en los cuales no había ninguna actividad agrícola ni militar eran para purificarse.

El programa Kalendas (23 de febrero-11 de marzo) se pensó para recordarnos que Corduba existió. La gran Córdoba, la ciudad de las tres culturas, tiene pendiente la asignatura de su pasado romano. De ahí, actividades encaminadas a resaltar la figura de Seneca -senador del imperio romano, filosofo y escritor- nacido en Córduba, entre las que podemos destacar como una actriz representa a la madre de este orador, actuando en distintos lugares de la ciudad. También encontramos que los hosteleros cuentan en sus cartas con menús inspirados en la antigua Roma. O incluso la participación de los niños en talleres didácticos de actividades romanas.

No todos podremos estar en época de Kalendas, pero la Córdoba de los Patios, las Cruces de Mayo, la del Festival Flora, la de la Feria de Mayo, la de Medina Azahara… ya contempla su pasado imperial  ¡Ya le tocaba!

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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