Fecha última actualización 27/07/2023 por El Viajero Accidental
Tres monumentos en Santander para celebrar esta Semana Grande 2023.
¿Qué mejor manera de hacerlo que tirando nada menos que de José María de Pereda, Pedro Velarde y Los Raqueros?
Empezamos con Don José María de Pereda.
José María de Pereda y Sánchez Porrúa (Polanco, 6 de febrero de 1833-Santander, 1 de marzo de 1906) es probablemente quien más calles e institutos tenga a su nombre en Cantabria.
Novelista del periodo realista, contemporáneo de Galdós de quien también hablaremos en este artículo. Su novela más conocida sea tal vez Sotileza, un canto a la tradición marinera de Santander desde una visión costumbrista que se refleja en figuras como los raqueros. Estos son rapaces o niños sueltos, prácticamente sin familia, viviendo en un estado asilvestrado en torno a los muelles de Santander.
Sin embargo mi novela preferida es Peñas Arriba. El joven de Madrid pero con origen montañés que redescubre precisamente eso, La Montaña. La visión tradicional y a la vez regeneracionista es difícil de entender en nuestros días, pero la fuerza de la novela es enorme con la naturaleza dominando por encima de todo.
El monumento a Pereda en Santander.
El monumento en sí mismo está en un sitio privilegiado en Santander. Entre el Muelle de Calderón y el Paseo de Pereda, muy cerca del Centro Botín.
El monumento es obra de Lorenzo Coullaut Valera y data de 1910.
El monumento a Pedro Velarde.
Imposible dejar pasar este monumento en Santander, en plena entrada a la Plaza Porticada desde el comienzo del Paseo de José María de Pereda.
Fue Pedro Velarde y Santillán (Muriedas, 19 de octubre de 1779-Madrid, 2 de mayo de 1808) uno de los dos líderes principales en el levantamiento contra las tropas francesas el 2 de mayo de 1808 en Madrid.
Nació en la casona-palacio de los Velarde (casa-palacio que desde 1966 acoge el Museo Etnográfico de Cantabria).
Su carrera militar le llevó a Segovia y después a Madrid. Permaneció como profesor hasta el 1 de agosto de 1806, fecha en la que fue nombrado secretario de la Junta Superior Económica del Cuerpo de Artillería, por lo que tuvo que trasladarse a residir a Madrid, al Estado Mayor.
Junto con Luis Daoiz y Torres, intentó un levantamiento ya en 1808 que no fraguó. En la mañana del dos de mayo, se dirigió al Parque de Artillería de Monteleón, en el que desarmó a la guardia francesa que vigilaba que los españoles no fabricaran más munición de la normal, convenció a Daoiz de que era necesario dar armas al pueblo y entre ambos prepararon la defensa del cuartel.
Cuando Daoiz ya había caído, Velarde fue mortalmente herido por un disparo a quemarropa de un oficial de la Guardia Noble polaca. Velarde fue enterrado en la iglesia de San Martín esa misma noche junto a Daoiz y otros soldados españoles.
Un monumento con mucha historia.
Es el monumento a Pedro Velarde uno con bastante historia. Fue el domingo 2 de mayo de 1880 cuando se inaugura, obra del escultor Elías Martín.
Lo interesante es lo movido de su ubicación y los primeros pasos que siguió, puesto que hasta 1880 no existía un pedestal…¿¿??
Por demoras surgidas durante el proceso de planificación, financiación, concepción y ejecución en la Fábrica de Sevilla, existía el pedestal, pero no el personaje ni la pieza de artillería que le complementa.
Igualmente hasta que se llegó a la ubicación actual, hubo varias en diferentes lugares de la capital: la plaza de la Dársena, donde fue instalado por primera vez, pasaría a llamarse en su homenaje Plaza de Velarde (cambio acordado por la corporación municipal en junio de 1866).
Después: Libertad, ya con nuevo basamento; primera etapa en la Porticada; Farolas, etcétera.
Este artículo resume muy bien todo este trajín.
El monumento a Los Raqueros. Para finalizar nuestros tres monumentos en Santander.
Se conocía a los raqueros como los niños pobres, generalmente huérfanos, que frecuentaban los muelles de la bahía de Santander. Se zambullían en el muelle para hacerse con las monedas que les tiraban los pasajeros y tripulantes de barcos.
Hablamos de los siglos XIX y principios del XX.
Su fama hizo que en 2007 se creara el monumento a los raqueros, cuatro figuras de bronce, de tamaño natural. Es obra del escultor santanderino José Cobo Calderón. Se encuentran situadas junto al puerto, entre el Palacete del Embarcadero y el Club Náutico.
¿Y de dónde procede la palabra raquero? Para algunos, el apelativo raquero procede del verbo raquear que, a su vez, proviene del latín rapio, y significa tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueño. Para otros, proviene del inglés wrecker, que se traduce en ladrón de barcos o saqueador de naufragios.
Este artículo nos ha gustado especialmente, os animamos a leerlo.
Hasta aquí nuestros tres monumentos en Santander. ¡Quedan tantos por ver y disfrutar!!
No os preocupéis, vendrán más.
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Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
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