La Fuentona de Ruente en Cantabria. Volvemos, te llevamos de nuevo a la Tierruca. Nos vamos a la entrada al valle de Cabuérniga para disfrutar de la naturaleza y hablar de leyendas.
En primer lugar es necesario ubicar la Fuentona de Ruente en Cantabria.
Pues nada mejor que un mapa. Estamos en el occidente de Cantabria, a pocos kilómetros de una de las grandes villas cántabras, Cabezón de la Sal.
Y en la misma entrada al valle de Cabuérniga y por tanto al Parque Natural de Saja & Besaya.
Es una situación privilegiada, a la entrada de una zona natural extraordinaria. Monte y bosque dominan el entorno.
¿Qué nos ofrece Ruente y la Fuentona?
Como te contábamos, Ruente está a siete kilómetros de Cabezón de la Sal en dirección sur. Quiere decir fuente, de ahí viene su nombre.
Es uno de los tres municipios que forman el valle de Cabuérniga, dentro de la comarca de Saja-Nansa. Lo que hoy conocemos como el municipio de Ruente, se formó por la suma de tres de los diez concejos que formaban el Valle de Cabuérniga, uno de los de la Merindad de las Asturias de Santillana.
El ayuntamiento se compone de cuatro pueblos: Ucieda, Ruente, Barcenillas y Lamiña.
La Fuentona se encuentra ubicada en concreto en Ruente.
Está Ruente en la llamada Ruta de los Foramontanos. La Ruta de los Foramontanos es el itinerario que tomaban los cántabros en el siglo IX cuando salían de las montañas tras la Reconquista para repoblar las tierras de Castilla.
Parte más o menos de Cabezón de la Sal y se adentra en Cabuérniga, ascendiendo en dirección sur hacia Campoo y por tanto hacia la meseta castellana.
En Ruente encontramos tres barrios: Gismana, Monasterio y Ruente, según su disposición hacia Cabuérniga.
Pero vamos a lo que nos ocupa, la Fuentona de Ruente en Cantabria.
Pero vamos a centrarnos en el atractivo principal de Ruente, su Fuentona. Decimos principal porque otros atractivos, sobre todo de arquitectura, hay en la villa.
Comenzamos desde el puente (de nueve ojos y escasa altura) por donde discurren las aguas del arroyo de la Fuentona.
Un manantial natural de agua que brota al pie de una pared de roca caliza. Pero no es una fuente como tal, sino en realidad el nacimiento de un río.
Se caracterizada por manar variables caudales de forma intermitente, llegando a quedar totalmente seca por cortos espacios de tiempo de una forma no periódica.
Y la villa de Ruente lo que ha hecho muy bien es convertir en un paseo muy agradable los alrededores de la Fuentona.
El recorrido hasta la Fuentona.
Como decimos el recorrido hasta la Fuentona es un paseo súper agradable entre árboles y a lo largo del curso de este río incipiente.
En el nacimiento, en la propia Fuentona de Ruente.
Y llegamos a su nacimiento. A la belleza pura del agua.
Aquí nos encontramos otro atractivo de Ruente y su Fuentona que tiene que ver con las leyendas cántabras.
Así que dice la leyenda que en la gruta en la que nace la Fuentona vive una anjana. Las anjanas son las hadas buenas de la mitología cántabra. Son las protectoras de las gentes honradas, de los enamorados y de aquellos que se pierden en los bosques.
Y es esa anjana la que provoca, según la leyenda, que el agua mane de forma irregular.
Volvemos hacia el centro de Ruente.
De regreso hacia el centro de Ruente merece destacar algunas de sus muestras arquitectónicas.
Nos encontramos en el barrio de Ruente. encontramos por ejemplo la Casona de la Torre, reformada y con un aire medieval.
Casona barroca de la Nogalera.
A nosotros lo que nos encanta en Ruente es desde luego la casona barroca la Nogalera.
Con portalada de entrada presidida por un escudete con motivos eucarísticos y las casas llanas que forman parte de las largas hileras que fueron surgiendo a la vera del camino. De ese camino que hemos comentado ya que en épocas medievales había constituido la Ruta de los Foramontanos.
De vuelta desde el barrio de Ruente hacia el barrio de Monasterio llegamos a nuestro punto de partida original para disfrutar de esa vista del puente de nueve ojos por donde fluye el agua de la Fuentona.
Acabamos nuestro recorrido por la Fuentona de Ruente en Cantabria.
Lo terminamos de vuelta al barrio de Monasterio donde se encuentra la Iglesia de Santa María Magdalena, patrona del pueblo, levantada en el siglo XVIII sobre el solar que debió ocupar el monasterio medieval y reformada en los primeros años del XX. En el interior aún alberga un retablo barroco.
A nosotros nos encantan esas escaleras laterales que conducen al campanario y que se pueden encontrar en otras iglesias que ya hemos visitado (por ejemplo en Barcenaciones).
Pronto volveremos con más recorridos por Cantabria. Os dejamos aquí alguno más que hemos hecho por la Tierruca:
Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
Deja tu comentario