La principal atracción de este pequeña localidad riojana es su catedral, mandada construir para guardar en su interior los restos del santo Domingo de la Calzada. Este monje, según cuenta la leyenda, fundó la ciudad y construyó en ella un hospital de peregrinos y un puente sobre el río Oja para facilitar el paso de los caminantes a Santiago de Compostela.
La catedral cuenta con la curiosidad de tener dentro un gallinero. Eso sí no es un gallinero cualquiera sino un precioso gallinero barroco que siempre tiene en su interior un gallo y una gallina blancos.
Esta curiosidad se debe al “milagro del gallo” que está muy vinculado con el Camino de Santiago. Cuenta la leyenda que un matrimonio alemán y su joven hijo hacían el Camino cuando se hospedaron en la localidad. Durante la noche la posadera intentó ser amorosa con el joven, que la rechazó. La moza ofendida lo acusó de robar, escondiendo en su zurrón un cáliz de plata. El castigo en el medievo era la horca, por lo que las autoridades lo colgaron pero el joven se salvó de la fuerza de la soga gracias al santo. Los padres, al descubrir el milagro, fueron a dar cuenta del milagro al corregidor que -en esos momentos estaba degustando una gallina asada- exclamó ante la noticia: vuestro hijo está tan vivo como esta gallina. Al momento la gallina asada comenzó a cacarear.
La misma leyenda se cuenta en Barcelos, localidad del norte de Portugal, como ya contamos en nuestro artículo Barcelos y Santo Domingo de la Calzada: 2 pueblos con gallo. El camino de Santiago ha dado lugar a muchas leyendas y Santo Domingo de la Calzada es un pueblo muy influido por el paso del Camino Francés en La Rioja.
En Santo Domingo hay mucho que ver, tiene mucho patrimonio. El convento de San Francisco, la Catedral, la torre del Campanario, la abadía cisterciense de Nuestra Señora de la Anunciación, entre otras muchas cosas.
De todas ellas, la catedral con su torre campanario exenta es lo que no te puedes perder, en mi opinión. La torre se construyó separada del templo porque el terreno adjunto destinado al campanario no resultaba seguro. Esta torre es la más alta de toda La Rioja, su altura es de 70 metros, y constituye un raro ejemplo de torre exenta.
En nuestra última visita entramos a la catedral, construida entre los siglos XII-XVIII, y subimos a su tejado resultando una experiencia muy recomendable. Desde lo alto puedes contemplar la Plaza del Santo donde, además de la catedral, se encuentra el antiguo hospital de peregrinos que hoy se ha convertido en Parador. Desde los tejados tendrás otra perspectiva de la localidad y de sus estrechas calles y podrás gozar de unas vistas preciosas si el día es claro.
Hace años se accedía a la catedral por la puerta principal y al franquearla nos encontrábamos, según entrábamos, con el gallinero. La verdad es que era toda una sorpresa. Ahora no es así, en la puerta principal un letrero te indica que te dirijas a una entrada secundaria. Toda una pena porque estropea la sorpresa que tenías al entrar y en cierta medida desvirtúa la recepción a los fieles que pensaron los constructores del templo al realizarlo. En la ruta actual el gallinero no te recibe sino que debes buscarlo en el recorrido ¡Una lástima!
La entrada a la catedral incluye la visita al claustro y a diversas exposiciones, entre ellas destaca una formada por piezas de Playmobil. Esta exposición está compuesta por más de dos mil piezas. Representa escenas de la vida del santo y también sus milagros mas relevantes, entre los que está el gallo y la gallina. Resulta simpático de ver, más aún si vais con niños.
El pueblo está bien cuidado y su patrimonio bien señalizado. Se ha realizado un buen trabajo en Santo Domingo de la Calzada.
Cuando ya habíamos recorrido el pueblo volvimos a la plaza de la catedral, la Plaza del Santo. Allí en el antiguo Hospital de Peregrinos convertido en Parador Nacional de Turismo nos tomamos una cervecita para continuar el camino por La Rioja.
¡Una tierra que tiene mucho por descubrir y compartir!
Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
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