Hacía tiempo que vivía soñando con Estambul. Con visitar Santa Sofía. Y por fin pude visitarla, solo tres días, pero valió la pena. Una inmensidad de ciudad, de cultura, de bullicio por sus calles, embotellada en tres días. Os lo cuento.

 

Estambul, la megalópolis de más de 15 millones de habitantes. Personas, arquitectura, historia, todo comprimido en una lengua de tierra que une Europa con Asia. La antigua Bizancio, Constantinopla.

Pues allí nos fuimos tres días, con ganas de verlo todo, la verdad.

Nos alojamos en el hotel Osman Han, en el barrio de Sultanahmet, justo en el corazón de la Península Histórica. Muy céntrico, si se puede hablar de céntrico en una ciudad inmensa. Nos gustó.

 

Soñando con estambul

 

Hasta allí llegamos desde el aeropuerto en un transfer organizado desde España. Muy recomendable, estos transportes te permiten aunque sea brevemente, empezar a aclimatarte al sitio donde llegas. Empezar a sentir un poco de Estambul. A efectos de logística, varias recomendaciones. Para desplazarse por Estambul, nada mejor que el tranvía y adquiriendo la tarjeta de transporte local. Y en cuanto al teléfono, mejor adquirir una tarjeta telefónica local.

 

Día 1: los primeros platos fuertes de Estambul

Nosotros contratamos una guía que nos acompañó durante nuestro primer día. Fue un acierto puesto que nos permitió conocer mucho mejor la historia de la ciudad y también nos ayudó a recorrer mejor sus calles.

La cercanía de sitios clave nos permitió empezar con fuerza. La Península Histórica donde estaba el hotel, concentra los monumentos más bellos de Estambul. Rodeada por el sur y este por el Mar de Mármara, por el norte por el Cuerno de Oro y por el oeste por las murallas.

Las murallas que diseñó Constantino con su lanza cuando fundaba la ciudad, coincide con la parte extrema del triangulo conocido como la Península Histórica.

 

Soñando con Estambul

Restos muralla romana

 

Pero vamos a los monumentos tanto otomanos como bizantinos que son el plato fuerte de la Península Histórica.

Primero nos dirigimos al Palacio Topkapi. El Palacio fue construido en el extremo de la península histórica, el lugar donde se puede contemplar el Mar de Mármara y el Estrecho del Bósforo. El palacio está construido siguiendo las normas de la arquitectura seglar turca, siendo su máximo ejemplo. Es un entramado complejo de edificios, unidos por patios o jardines siendo la superficie total del complejo de 700 000 m², rodeados por una muralla bizantina.

Se comenzó su construcción por orden del Sultán Mehmet el Conquistador, y finalizó en el año 1478 durante el reinado de Beyazıt II. Durante 400 años residencia de sultanes otomanos y el centro de la administración.

De ahí nos fuimos a la antigua basílica, luego mezquita y ahora solo museo de Santa Sofía. Santa Sofía es difícil de describir. Desde la fecha de su dedicación en el año 360 y hasta 1453 sirvió como la catedral ortodoxa bizantina de rito oriental de Constantinopla, excepto en el paréntesis entre 1204 y 1261 en que fue reconvertida en catedral católica de rito latino, durante el patriarcado latino de Constantinopla del Imperio latino, fundado por los cruzados. Tras la Conquista de Constantinopla por el Imperio otomano, el edificio fue transformado en mezquita, manteniendo esta función desde el 29 de mayo de 1453 hasta 1931, fecha en que fue secularizado. El 1 de febrero de 1935 fue inaugurado como museo.

Famosa por su enorme cúpula, está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que «cambió la historia de la arquitectura». Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil años, hasta que se completó la obra de la catedral de Sevilla en 1520. En 1453 Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos bajo las órdenes del sultán Mehmed II, quien posteriormente decidió que el templo se convirtiera en mezquita. Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de sacrificio fueron retirados, y muchos de los mosaicos fueron enlucidos. Durante el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el mihrab, el minbar y cuatro minaretes.

 

 

Visitamos a continuación la Cisterna Basílica. El emperador Constantino I el Grande construyó una estructura que fue más tarde reconstruida y ampliada por el emperador Justiniano. Esta construcción subterránea es del tamaño de una catedral, 143 metros por 65 metros – alrededor de 9.800 m2 de superficie – capaz de albergar 80.000 m3 de agua.

La cisterna proveía agua para el Gran Palacio de Constantinopla y otros edificios en el Capitolio, y continuó proveyendo agua al Palacio de Topkapi tras la conquista otomana en 1453 y en los tiempos modernos.

 

Soñando con Estambul

Cisterna Basílica

 

Y seguimos nuestro maratón inicial con la mezquita de Solimán el Magnífico. Construida por mandato del sultán Solimán I apodado El Magnífico, los trabajos de construcción se iniciaron en 1550 en el solar que había ocupado el palacio Eski Saray siendo finalizados siete años más tarde, en 1557. El estilo de esta gran mezquita se distancia del de Santa Sofía, siendo más racional y simétrico.

 

 

Soñando con Estambul

 

Este primer día fue realmente intenso. Nuestra guía fue de gran ayuda y desde luego, una gran idea. Al final del día volvimos desde el Bazar de Egipto hasta el hotel, para cenar por la zona.

Aquí es necesario hablar de la gastronomía turca. Mucho se habla de los kebaps en España. Nada que ver con los que se pueden comer en Estambul, especiados y servidos como si fueran un pincho moruno. Pero lo interesante fue todo lo que descubrimos. Las variedades de Humus, los aperitivos Meze, la cerveza bien fresquita Efes…y por supuesto el té.

 

 

Y para los golosos, los fabulosos dulces Baklava. Aquí os dejo la receta.

 

 

 

Día 2: Torre de Gálata y Plaza Taksim

En el segundo día nos dirigimos hacia uno de los sitios más singulares de Estambul: La Torre de Gálata.

Es un fiel reflejo de lo que es esta ciudad, una mezcla de influencias. También llamada Christea Turris (torre de Cristo) por los genoveses y Megalos Pyrgos (la Gran Torre) por los bizantinos, está al norte del Cuerno de Oro. Tiene una altura de 66,9 m (62,59 m sin el remate) y consta de nueve plantas.

Para llegar hay que cruzar el puente Gálata, por encima del Cuerno de Oro. Lo curioso es que en ese puente hay multitud de pescadores que llevan sus capturas directamente a los restaurantes que hay en las orillas.

 

 

 

Desde la Torre de Gálata nos fuimos paseando hasta la Plaza Taksim. La plaza es el nodo central del transporte urbano de la ciudad. Está en la parte moderna europea y es una zona bulliciosa llena de restaurantes y tiendas.

Desde allí fuimos hasta el Gran Bazar de Estambul. Uno de los mayores del mundo.

Situado en el centro de la “ciudad vieja”, en la parte europea de Estambul entre Nuruosmaniye, Mercan y Beyazıt, tiene más de 58 calles y 4.000 tiendas. Diariamente recibe entre 250.000 y 400.000 visitantes. Con muchas áreas de negocio entre las que destaca la joyería, orfebrería, tiendas de especias y tiendas de alfombras. Comercios que se agrupan por tipo de actividad, en plan gremial. El bazar contiene dos bedestanes, o estructuras de mampostería con domo para el almacenamiento de mercancía; el primero de ellos fue construido en 1464 por orden de Mehmed II. En 1864 fue reconstruido en su mayoría luego de un terremoto.

 

Gran bazar

 

Y tras salir del Gran Bazar volvimos callejeando hacia el hotel. Volvimos sobre nuestros pasos para llegar a la Península Histórica. Y recorrimos las calles de esta ciudad de contrastes.

 

 

Y por supuesto mientras paseas el sonido, difícil de describir, del muecín llamando a la oración. Os dejo este vídeo para daros una idea de lo que se siente en Estambul.

 

 

Día 3: San Salvador de Chora y recorrido por el Bósforo

El tercer día nos trajo dos experiencias inolvidables en Estambul.

Comenzamos por la visita a la iglesia/mezquita (ahora museo) de San Salvador de Chora.

Está considerada como uno de los más bellos ejemplos de iglesia bizantina que pueda contemplarse en la actualidad. Está situada en el distrito de Edirnekapi de Estambul. En el siglo XVI, después de la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos, fue reconvertida en mezquita hasta que en 1948 se transformó en museo (en turco, Kariye Müzesi). El interior está ricamente cubierto por mosaicos y frescos.

 

 

Los mosaicos y frescos presentes en el Museo son, por su calidad y cantidad, una de las obras pictóricas más importantes legadas por los artistas bizantinos. Se realizaron contemporáneamente a la época de Giotto. El tema principal de estos mosaicos, ricos en detalles, es la encarnación de Dios como hombre y la salvación aportada a los hombres.

 

 

Y desde San Salvador de Chora partimos en tranvía hacia nuestra segunda gran visita del día.

Un recorrido al atardecer en barco por el Bósforo.

 

Soñando con Estambul

Puente del Bósforo

 

Partiendo desde el barrio Besiktas, este recorrido dura aproximadamente dos horas y media. el barco parte en dirección al Mar Negro, pero sin llegar.

El recorrido es muy agradable. Sirven tés, canapés, refrescos. Y al tiempo te ven contando los principales sitios en ambas riberas.

 

 

A nuestra llegada ya estaba anocheciendo. Nos gustó muchísimo.

 

Soñando con Estambul

Atardecer en el Bósforo

 

Hasta aquí estos tres días en Estambul, sin duda que después de pasarme tanto tiempo soñando con Estambul, mereció la pena.

Os invitó a visitar esta enorme ciudad, llena de gente abierta, a perderos por sus calles.

Hasta pronto.

 

Soñando con Estambul

 

 

Vínculos en este artículo:

Estambul

hotel Osman Han

Cuerno de Oro

Palacio Topkapi

Cisterna Basílica

mezquita de Solimán el Magnífico

De ahí nos fuimos a la antigua basílica, luego mezquita y ahora solo museo de Santa Sofía

Humus

La Torre de Gálata

Plaza Taksim

Gran Bazar de Estambul.

iglesia/mezquita (ahora museo) de San Salvador de Chora

 

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Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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