Antes de adentrarte en la ciudad y disponerte a recorrer su muralla te recomendamos una parada en el Mirador de los Cuatro Postes para contemplarla en todo su esplendor. 

Nosotros antes de disfrutar de la muralla de Ávila y de las vistas desde su adarve decidimos contemplarla primero a lo lejos, desde una buena perspectiva, para tomar conciencia de su magnitud.

Para ello nos fuimos hasta el Mirador de los Cuatro Postes. Se trata de un mirador único sobre la ciudad de Ávila que se encuentra en la orilla izquierda del río Adaja. Allí se levanta el Humilladero de San Sebastián, un lugar que nos permite contemplar la ciudad desde el oeste, una vista panorámica que no debes perderte.

 

¿Qué es un humilladero? Es un pequeño lugar de devoción que normalmente se situaba a las entradas o salidas de los pueblos, en cruces de caminos. Constaba de gradas en forma poligonal o circular, columnas y alguna cruz o imagen. Son lugares de culto al aire libre con objeto de fomentar la piedad de los caminantes.

En el caso del Humilladero de San Sebastián se trata de un conjunto compuesto por cuatro columnas monolíticas dóricas de 5 metros de altura que se colocaron en la segunda mitad del siglo XVI. Se unen sobre sus capiteles por arquitrabes en los que contemplamos grabado el escudo de la ciudad amurallada. En el centro del conjunto se levanta una cruz de granito.

 

Su construcción se fecha en 1566 aunque encontramos autores que piensan que en este lugar se levantó un pequeño templo en época romana. Otros historiadores opinan que se levantó para recordar el lugar en el que Francisco de Cepeda, tío de Santa Teresa de Jesús, la encontró a ella y a su hermano Rodrigo en su intento de huida hacia tierra de moros para sufrir martirio. Se dice que aquí fue donde Santa Teresa pronunció la frase: “De Ávila, ni el polvo”.

En este humilladero hacían una parada los abulenses cuando iban de romería a la ermita de San Leonardo, que hoy ya no existe.

Desde este punto no sólo contemplamos la muralla, casi en su totalidad, sino que también distinguimos perfectamente los edificios más relevantes como la Catedral de Ávila o la Espadaña del Carmen en la muralla por poner un ejemplo.


Tiene su encanto visitarlo al atardecer cuando se ilumina la muralla con luz artificial.

El Mirador de los Cuatro Postes se encuentra junto a la nacional 110, en la zona extramuros. Se puede ir perfectamente dando un agradable paseo. Hay una pasarela que parte de la ermita de San Segundo y cruza sobre el río Adaja.

 

En nuestro caso lo primero que hicimos al llegar a Ávila fue coger el tranvía turístico, conocido entre los abulenses como el “murallito”. Y como no podía ser de otra manera este es uno de los puntos a los que te lleva para que contemples la ciudad y te hagas una idea general de ella.

 

Ávila nos ha encantado y la panorámica desde el Mirador de los Cuatro Postes también.

 

Seguiremos hablándoos de esta ciudad en nuevos artículos.

¡Hasta pronto!

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”.

 

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