El faro de la Cerda en Santander. Hoy nos acercamos a la península de la Magdalena para un recorrido corto por su extremo más oriental.
El faro de la Cerda, o el de muchos nombres.
En 1870 entró en servicio el faro de la Cerda. O el de la Argolla. Múltiples nombres para un faro sencillo, pero que guarda una situación estratégica.
En este mapa puedes ver que la península de la Magdalena guarda la entrada al interior de la bahía de Santander. A un lado la península, al otro lado esa lengua de arena que es el Puntal.
El mapa muestra de hecho la ruta que recorre el ferry que sirve el trayecto Santander-Plymouth. Pasa por enfrente de este faro del que hablamos hoy, y bordea por su exterior la isla de Mouro.
Y de hecho hay más nombres.
También se le conoce como la baliza de la Punta de la Cerda.
Todos sus nombres tienen una razón. La Argolla por encontrarse cercano a un amarre donde llegaban los barcos con dificultades.
También tenía una utilidad más relacionada con la seguridad del puerto y la propia ciudad. El amarre está alejado de la ciudad y por ello durante siglos, era el que el reglamento del Puerto de Santander establecía para descargar materiales explosivos como la pólvora y especialmente la dinamita.
Así se pretendía evitar una desgracia. Desgracia que finalmente sí se produjo el 3 de noviembre de 1893 con la explosión del vapor Machichaco. Pero esa es una historia para otro día.
Usos militares y algunas curiosidades.
En época medieval se encontraba aquí la batería de Santa Cruz de la Cerda, destinada a proteger el acceso a la Bahía de Santander de los enemigos.
El edificio consta de un torre blanca ubicada en un extremo de una vivienda. Este edificio se ha reconvertido y hoy en día es la sede del “Aula del Mar”, un proyecto docente de la autoridad portuaria, junto con la Universidad de Cantabria y la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo.
Algunas características técnicas: La altura focal es de 24 metros sobre el nivel del mar, y de 11,24 metros sobre el terreno.
Emite una luz blanca con 1+4 destellos cada 20 segundos. Por su ubicación, no es visible al oeste de la demora 160° ya que lo oculta el Palacio de la Magdalena.
Su alcance lumínico de es 8 millas náuticas, razón por la que técnicamente no puede considerarse faro y por ello recibe la denominación técnica, que no popular, de baliza de la Cerda.
Y podríamos también decir que aquí empieza una joya de la naturaleza.
Efectivamente, en la playa de la Magdalena (parte de la península) comienza la Costa Quebrada. No damos más detalles porque hablaremos de ella en próximos artículos.
Es esta maravilla de acantilados, con sus formas características, con sus playas y rocas. Y es aquí donde comienza:
Hasta aquí nuestra visita al faro de la Cerda en Santander.
Más recorridos por Santander y toda la Tierruca en breve.
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Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
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