Fecha última actualización 25/09/2018 por El Viajero Accidental
Hoy os voy a contar la visita a Giverny que hicimos como punto de partida al llegar a Francia, antes de iniciar un recorrido por Bretaña y Normandía.
Llegamos al aeropuerto de Beauvais-Tillé, situado a 80 km. al norte de París, donde recogimos el vehículo con capacidad para 7 personas que habíamos alquilado desde España a través de Budget-Avis. Elegimos este tipo de vehículo porque no nos apetecía perdernos la complicidad que se genera al ir todos juntos.
Giverny es una localidad y comuna francesa situada en la Alta Normandía, en la ribera occidental del río Sena, en el punto en el que confluye con el río Epte. Se encuentra a 75 km. al oeste de París.
Esta localidad acoge la casa y el jardín de Monet. Como uno de los integrantes del grupo es Anxo Otero, profesional de la jardinería, que intenta incluir en sus viajes algún lugar que le pueda servir de inspiración, propuso esta visita de la que todos salimos encantados. Es un lujo visitar estos sitios con él, y escuchar sus explicaciones. Si bien ahora se aplica el término paisajista a aquel que planifica, diseña y conserva parques y jardines, nuestro amigo Anxo sigue prefiriendo que lo califiquemos como jardinero.
Y ahora vamos ya a visitar el jardín.
Realmente son dos jardines en uno. Hay dos partes claramente diferenciadas: el jardín de delante de la casa llamado Le Clos Normand (cercado normando) y el jardín de agua de inspiración japonesa. Estas instalaciones suelen estar abiertas desde finales de marzo a comienzos de noviembre. En ese período suelen visitarlas medio millón de personas. En este año 2017 se abrieron el 24 de marzo y no cerrarán hasta el 1 de noviembre. La entrada para un adulto es de 9,50 €. Para recorrerlo tranquilamente os aconsejo que os toméis entre una hora y media y dos horas.
Le Clos Normand (el cercado normando)
Monet se instaló en 1883 en esta casa. En ese momento tenía delante un terreno de casi 1 hectárea, que realmente era un vergel rodeado de muros de piedra y con una alameda central a la sombra de abetos. El pintor decidió talarlos, pero dejó dos a petición de su mujer, son los que encontramos delante de la casa.
Hoy en día en ese terreno encontramos parterres con macizos de flores de diferentes alturas, como tulipanes, narcisos, pensamientos y alelíes, también hay árboles frutales, malvarrosas, flores de temporada y rosales trepadores en los arcos de la alameda central.
Las barandillas de la casa están cubiertas por rosales.
Monet decide mezclar las flores más difíciles de conseguir con las más sencillas como puedan ser amapolas o margaritas.
Claude Monet no quería jardines organizados, ajustados a un esquema. Combina las distintas clases de flores y las deja crecer a sus anchas.
Cada año abre sólo con las flores más bravas y tempranas: narcisos de todo tipo, incluidos los de las nieves, estrellas de la primavera, jacintos, muscaris, y cada dos años pensamientos o margaritas por ser bianuales, y también prímulas.
Adentrado el verano la rosaleda que hay frente a la casa florece y los rosales “Centenario de Lourdes” ofrecen bellísimas rosas rosadas. Bajo los rosales crecen pelargonios rojos y rosados delimitados por claveles. Es la parte más ordenada o encorsetada del jardín.
Es una secuencia en la que las floraciones se van sucediendo, empezando con los bulbos: jacintos, narcisos, tulipanes… Continúa con las amapolas, los lirios, las rosas. Inmersos en el verano estallan los colores con la floración de las zinias, cosmos y girasoles.
Al comenzar el otoño las salvias y las dahlias le dan aspecto selvático con mucho encanto también, y la alameda central cubierta de capuchinas resulta muy agradable.
Jardín de agua
Diez años después de instalarse, en 1893 adquiere un terreno al lado de su finca, por el que atraviesa el Ru, un pequeño arroyo, que proviene del río Epte.
En él construye un pequeño estanque, que se ampliará posteriormente hasta tener las dimensiones actuales.
El jardín de agua toma su inspiración de las curvas japonesas. Es la época de la moda de lo japonés: decoración, vajillas, muebles… Claude Monet nunca visitó Japón pero le gustaba coleccionar estampas japonesas y basándose en ellas diseñó su jardín.
Se inspira en estos jardines para pintar sus cuadros. Cuando ves el puente japonés te da la sensación de haber estado allí antes, y no es extraño ya que lo pintó 45 veces, con lo cual es fácil haberlo visto en alguna de sus obras. Está cubierto por glicinias.
Le encantaban los bambús y las plantas exóticas en general. Encontraremos bambús que plantó y se conservan en la actualidad, y también pasaremos por otros puentes más pequeños que el puente japonés.
Los sauces llorando sobre el estanque son también dignos de contemplar durante un buen rato.
Resulta un espectáculo contemplar el manto de nenúfares que hay en el estanque que Monet mandó construir. No te cansas de mirar estas plantas acuáticas con sus flores, desde el puente japonés y desde muchos otros puntos.
La casa
Tanto la casa como los jardines tuvieron que ser reconstruidos al quedar bastante afectados por los bombardeos de la II Guerra Mundial. Dicha reconstrucción se inició en 1977 y se hizo respetando cómo estaba en 1926 cuando murió Monet. En 1980 se abrió al público y en gran parte fue posible gracias a donaciones americanas de un valor importante.
La casa se podría considerar un museo ya que casi todas son pertenencias de Monet. Se puede visitar también el primer taller que tuvo el pintor, en el que guardaba sus obras. Los muebles son auténticos en su mayoría, si bien los cuadros lógicamente son copias realizadas en Paris hace unos años.
Después del paseo por los jardines y antes de poner rumbo al valle del Loira, dónde dormíamos esa noche, repusimos fuerzas en La Capucine. Un lugar recomendable para comer algo sin perder demasiado tiempo, porque nos esperaba nuestro nuevo destino. Y al hablar de comer algo rápido, que nadie se lleve a engaño, comida bien preparada y en un entorno muy agradable.
Magnifique! Jardín de Monet!
Os lo recomiendo, viajerosaccidentales.
Nos vemos pronto. Ya sabéis que al viajeroaccidental le encanta “meterse en jardines”…
Otros artículos publicados de este viaje:
Enlaces mencionados o recomendados:
Restaurante La Capucine: http://la-capucine.com/
Fundación Claude Monet: http://fondation-monet.com/
Deja tu comentario