Este otoño he vuelto a Aveiro… ¡más de 20 años después! En la década de los noventa ya me había parecido un lugar agradable y con mucho atractivo, y ahora he podido confirmar que lo sigue siendo. Ha sabido convertirse en un destino muy solicitado pero sin morir de éxito como les ha ocurrido a otras ciudades de las que hemos visitado en nuestro roadtrip por Portugal de norte a sur. Era una parada que no teníamos planificada pero no pudimos resistirnos a visitarlo de nuevo ¡Se encuentra sólo a unos 75 km de Oporto!

Aparcamos en la Avenida Santa Joana, en una zona de aparcamiento regulado, cerca de la Catedral y del Museo de Aveiro y nos dirigimos por la Rua Batalhão Caçadores hacia el Canal Central.

El Canal Central discurre por la parte baja de la ciudad y divide Aveiro en 2 partes. Según llegamos a él nos encontramos en uno de los puentes que lo cruzan, a la altura de la plaza Humberto Delgado, estatuas que representan oficios tradicionales de esta ciudad. Hicimos algo muy típico por lo que se veía allí: fotografiarnos al lado de las estatuas que representan a una salineira y a un salineiro.

Estando en el Canal Central no pudimos evitar la tentación de navegar por sus canales atlánticos en el típico moliçeiro ¿De dónde le viene este nombre a este tipo de embarcaciones? Pues según nos contó el guía que llevábamos viene del hecho de que fue la embarcación que durante siglos transportó “o moliço”, las algas que eran usadas como abono. Hoy los moliçeiros también mueven la economía de la ciudad, pero como uno de los atractivos para el turismo que visita Aveiro.

En esta foto, que nos enseñó y dejó fotografiar el guía, podemos ver cómo eran las embarcaciones que transportaban “o moliço”.

Así son hoy en día los moliçeiros que han sido decorados y adaptados para disfrute de los que visitamos Aveiro.

Sistema de esclusas al fondo del canal

Aveiro está en el fondo de una ría que tiene de norte a sur una extensión de algo más de 45 kilómetros y tiene 4 canales ramificados. La comunicación de la ría con el Atlántico en algunas ocasiones ha causado grandes inundaciones. Por este motivo a día de hoy el nivel del agua de los canales que recorre Aveiro se maneja por un sistema de esclusas. Éstas se abren cada dos o tres días a la hora de la bajamar nocturna, lo que permite que salga el agua que ha estado estancada dentro de los canales y con la llegada de la pleamar se vuelven a llenar. Con este sistema el agua de los canales no se estanca sino que está limpísima, y lo comprobamos con nuestros propios ojos pues el guía coge agua en un cucurucho transparente y te la enseña para que no quede la menor duda.

La actividad pesquera y las salinas siguen gozando de bastante importancia en la economía de Aveiro. Una de las zonas más atractivas de la ciudad es el Barrio de los Pescadores, de casas blancas y calles estrechas que se enmarca entre el Canal Central, el Canal das Pirâmides y el Canal de Sao Roque.

Barrio de los pescadores desde el canal de San Roque

Barrio de los pescadores desde el canal de San Roque

Navegando por el Canal de San Roque te encuentras la Ponte dos Carcavelos que comunica la margen donde estaban los antiguos almacenes de sal con la margen de las salinas. Está decorado con azulejos portugueses y se construyó en el siglo XX para sustituir al antiguo puente de madera que existió previamente.

Los antiguos almacenes de sal que estaban al lado de este canal han ido desapareciendo y convirtiéndose en viviendas y en locales comerciales, como el de una diseñadora de moda portuguesa, pero aún queda uno que se mantiene en activo y da testimonio de dónde estuvieron.

Gran parte de la importancia que tuvieron las salinas en la economía de Aveiro hasta hace unos años se debía a que la sal se utilizaba para la conservación de alimentos ya que al ser un deshidratante absorbe la humedad que necesitan las bacterias y retrasa su fermentación. De todos es conocido que la salazón ha sido uno de los métodos más antiguos para mantener los alimentos. Una vez que se va imponiendo la refrigeración, la salazón ha ido quedando en segundo plano y por ello ha ido perdiendo cierta importancia en la economía aveirense.

El tercer pilar, junto con la pesca y las salinas, en la economía de Aveiro durante mucho tiempo ha sido la industria de cerámica y porcelana sustentada por la pureza de sus arcillas y también lo cuentan con orgullo en este recorrido por los canales atlánticos de Aveiro.

Otro de los puentes que te encuentras resulta bastante curioso, os hablo del Puente de los Lazos de la Amistad, en el que se cuelgan lazos de colores en lugar de candados que puedan deteriorar la estructura. Hay quien dice que son lazos que cuelgan los amigos para exaltar su amistad, otros dicen que son de amores, y hay incluso la teoría de que son de universitarios que al acabar los estudios cuelgan el lazo del color que simboliza su carrera universitaria, quizá sea una mezcla de todo y cada uno tenga su motivo.

Aveiro no solo es conocida por sus bonitos canales, hay otro atractivo que está presente en sus calles. Se trata del art nouveau, conocido en Portugal como Arte Nova. A principios del siglo XX volvieron a Portugal muchos emigrantes enriquecidos en Brasil, que quisieron incorporar a sus casas elementos decorativos que mostraran que eran hombres de mundo, viajados, dispuestos a incorporar las nuevas técnicas arquitectónicas a sus viviendas. En Europa el estilo imperante era el Modernismo, el Art Nouveau, que se manifiesta en Aveiro fundamentalmente en sus fachadas llenas de elementos decorativos. En ellas los adornos, el hierro forjado, las ventanas con vidrios de colores se unen a los paneles de azulejo tan al gusto de los portugueses.

Si queréis haceros una idea de por dónde navegamos, en Google Maps podéis ver el trazado de los canales:

Hay quien dice que es de “guiris” hacer este tipo de cosas pero en El Viajero Accidental nos gusta vivir las cosas en primera persona para poder opinar, y os aseguramos que recorrer los canales en un moliçeiro tiene su encanto y es una buena forma de relajarte mientras disfrutas del paisaje y de las historias que te cuentan, por 15 € por persona.

¡Seguiremos compartiendo destinos que hemos visitado en nuestro roadtrip por Portugal de norte a sur!

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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