Recorriendo Santoña. Es lo que vamos a hacer hoy.

Solo una parte eso sí, porque nos dejaremos por el camino algunas joyas para entregas próximas. 

 

 

Recorriendo Santoña empezamos por situarnos.

Santoña se sitúa en un entorno natural privilegiado.

Al este de Santander, forma un conjunto espectacular con Laredo, sus propias marismas y la ría de Treto.

 

 

 

Nuestra selección de sitios para Santoña.

Hemos elegido algunos lugares/personas emblemáticas.

En concreto: un fuerte como no podía faltar en una plaza tan militar (el de San Martín); un marino legendario (Juan de la Cosa); una delicatessen autóctona (la anchoa).

Pero antes de entrar en materia, hagamos una llegada a Santoña en barco, como no puede ser de otra manera.

 

 

 

 

 

 

 

Recorriendo Santoña, el Fuerte de San Martín.

Es Santoña lugar lleno de historia y naturaleza.

En cuanto a naturaleza, el municipio está rodeado casi en su totalidad por el mar Cantábrico. Limita al norte con la playa de Berria, al sur con la playa de San Martín, al este con el Monte de Santoña (monte Buciero) y al oeste con los municipios de Argoños, Escalante y Bárcena de Cicero.

Por supuesto es imposible desligar geográfica e históricamente Santoña de su vecina Laredo, que se encuentra al otro lado de la bahía. En este artículo, al final, encontraréis nuestro recorrido por Laredo. ¡¡Y otro por la ría de Limpieas!!

 

 

Pero vamos a hablar ahora del Fuerte de San Martín.

Santoña tiene una posición estratégica en la costa cántabra oriental. Su amplia bahía es una ventaja, a la par que una compleja posición que defender.

No es de extrañar que haya por tanto tres fortalezas en Santoña: el Fuerte de San Martín, el Fuerte de San Carlos y el Fuerte de Napoleón o del Mazo.

 

La historia del Fuerte de San Martín.

 

 

Está situado en el Monte Buciero, y de desconoce su fecha de fundación, solo se sabe que que fue tomado al asalto en 1639.

Fue quemado, reconstruyéndose en 1668 por el pueblo de Santoña, aunque sufrió diversas modificaciones y reconstrucciones posteriores, como las documentadas en 1794 y en 1870.

Su superficie total es de nada menos que de 2.700 metros cuadrados. Es una edificación construida en forma de herradura y consta también de dos pisos. Tiene la calificación de Monumento Histórico.

Y una característica especial: la Batería alta de San Martín. Fue construida como complemento del fuerte y se encuentra a unos pocos metros por encima de éste. Sus obras terminaron en 1859 y se trata de una obra militar mucho más elaborada con una superficie de 4.000 metros cuadrados, un almacén de pólvora, un cuarto para la tropa y un almacén, además de una amplia explanada con parapeto corrido para la artillería.

Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Santoña. Está reconstruido y rehabilitado para Centro Cultural y para sede de la Escuela-Taller de rehabilitación del Patrimonio

 

Un marino legendario: Juan de la Cosa.

Vamos ahora con una figura clave para Santoña, el marino Juan de la Cosa.

Probablemente no le hagamos justicia llamándole solo marino. Llamémosle navegante y cartógrafo.

Porque Juan de la Cosa es mucho más. No se sabe a ciencia cierta su fecha de nacimiento (1451-1460),  pero sí que  articipó en siete de los primeros viajes a América y por haber dibujado el mapa más antiguo conservado en el que aparece el continente americano.

Su vida es realmente apasionante. Tuvo un papel destacado en el primer y el segundo viaje de Cristóbal Colón a las Antillas y en 1499 participó como piloto mayor en la expedición de Alonso de Ojeda a las costas del continente sudamericano.

A su regreso a España dibujó su famoso mapamundi y poco después volvió a embarcarse hacia las Indias, esta vez con Rodrigo de Bastidas. En los años siguientes alternó viajes a América bajo su propio mando con encargos especiales de la Corona de Castilla, incluyendo una misión como espía en Lisboa y la participación en la Junta de pilotos de Burgos de 1508.

En 1509 emprendió la que sería su última expedición, para tomar posesión de las costas de la actual Colombia. De la Cosa murió en la bahía de Calamar en un enfrentamiento armado con indígenas antes de poder llegar a ejercer su cargo de alguacil mayor de Urabá.

 

 

Este monumento conmemora en Santoña a su navegante más insigne.

Y no queremos dejar pasar la oportunidad de citar a nuestro buen amigo el escritor cántabro Javier Tazón Ruescas quien escribe sobre el que el llama “el cartógrafo de la Reina” refiriéndose a Isabel la Católica. En este link el libro.

 

Monumento a Juan de la Cosa

 

 

Recorriendo Santoña: las anchoas como no hay otras.

Pero no haríamos justicia a la villa de Santoña si no habláramos de la anchoa. Porque hablar de Santoña es hablar de anchoas.

Primero una aclaración muy importante: cómo llamamos a qué. Nos explicamos, hay tres términos a tener en cuenta: anchoa, bocarte y boquerón. Los tres se refieren a la misma especie de pescado, la Engraulis encrasicolus.

Sin embargo aquí empiezan las diferencias. El bocarte se se utiliza para denominar a la anchoa del Cantábrico capturada o consumida en fresco, mientras que la anchoa es en realidad una forma de preparación en sal y el boquerón una forma de preparación en vinagre.

Es decir, en el Cantábrico, el bocarte es el término genérico. Y hacemos esta aclaración porque sin embargo en el sur de España se les llama boquerón y se presentan frescos o en vinagre.

 

Por supuesto las anchoas

Las anchoas tienen su historia, puesto que siguen representando una formidable industria en el Cantábrico y en especial en Santoña.

A finales del s. XIX, son los italianos los que ante una crisis en sus caladeros se ven obligados a enviar una gran cantidad de comerciantes provenientes principalmente de Génova, Nápoles y Sicilia a las constas cantábricas, ya que prácticamente era una zona virgen.

Y aquí empezó una historia entre un marino italiano y una cántabra, cuya relación generó el comienzo de las fábricas de anchoas…¡¡y el resto es historia!! Aquí os adjuntamos la historia en este link.

 

 

 

 

Recorriendo Santoña

Miguel de Cervantes

 

 

Hasta aquí nuestro recorrido por Santoña. Nos hemos dejado mucho fuera, no os creáis…

Pero volveremos, hay mucho que ver por allí, así que volveremos.

 

 

Más en el entorno de Santoña en El Viajero Accidental.

 

 

Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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