La Grúa de Piedra de Santander

Fecha última actualización 19/04/2024 por El Viajero Accidental

En este nuevo artículo regresamos a una tierra que nos ha hecho querer José Luis Conde, uno de nuestros editores, por el cariño con el que nos la enseña. Hoy os voy a hablar de la Grúa de Piedra de Santander.

En los últimos años del siglo XX la actividad portuaria se ha ido desplazando fuera del centro de la ciudad, recuperando Santander este espacio para otros usos.

Durante este proceso en ocasiones se ha caído en la tentación de querer quitar de los muelles elementos singulares del patrimonio industrial.

La Grúa de Piedra, patrimonio industrial de Santander.

Este es el caso de la Grúa de Piedra ubicada en el muelle de Maura, que en el momento de la construcción del centro Botín se quiso trasladar de su ubicación original.

La construcción de esta grúa estuvo motivada por la necesidad de contar con una máquina que permitiese la carga y descarga de mercancías. A finales del siglo XIX la ciudad no contaba con una grúa que diese servicio a los necesidades del puerto. Por este motivo muchos buques mercantes optaban por otros puertos del Cantábrico.

Ante esta situación la Junta de Obras del Puerto se puso manos a la obra y encargó la construcción de una grúa que pudiera mover nada menos que 30 toneladas. Eran muchos los dineros que estaban en juego. La grúa fue inaugurada en 1900 y dio servicio al puerto hasta finales del siglo XX.

Esta obra de ingeniería se movía inicialmente por un motor de vapor que posteriormente fue sustituido por una maquinaria eléctrica. Su forma es de gran belleza, sobre una potente base de piedra circular se levanta la estructura de acero. La pluma se eleva 14 metros sobre el muelle.

Para soportar el peso a izar dispone en su parte trasera de unos contrapesos de varias toneladas. Las piedras sobre las que se apoya la estructura de acero provienen de los sillares de los antiguos muelles. En este siglo se desprendieron los contrapesos y fue necesario desmontarla para dejarla en perfecto estado.

La grúa, hoy en desuso, constituye todo un símbolo para los santanderinos. De hecho, en los souvenirs (tazas, imanes, marcapáginas…) viene representada para que te recuerde tu visita al igual que sucede con el Centro Botín, el Palacio de la Magdalena, el Faro de Cabo Mayor, la isla de Mouro o cualquier otro icono de la ciudad.

Es imposible caminar por el paseo marítimo y no fijarte en ella. Como ya os he comentado quisieron reubicarla pero se montó un buen follón. Gracias a la presión de la ciudadanía se quedó en su emplazamiento original.

El centro Botín fue el que tuvo que buscarse sitio, desplazándose unos metros al oeste. Por cierto, como ya os hemos comentado en el podcast que dedicamos a Las mejores vistas de Santander, merece la pena que subáis a la terraza del Centro Botín para disfrutar de las vistas que se contemplan desde lo alto. Lo podéis comprobar en el vídeo que os mostramos más abajo…

Hoy ambos símbolos de la ciudad conviven tranquilamente en el paseo marítimo, en los muelles de Maura y Albareda, y además lo embellecen.

¡Hasta pronto! ¡Volveremos por Cantabria!

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