Fecha última actualización 17/02/2024 por El Viajero Accidental

Fotografía de Albert Padrol

Ella Maillart (1903-1997), deportista, escritora, incansable viajera y exploradora
“Al fin y al cabo la Tierra está aquí, me pertenece, quiero verla, quiero recorrer desiertos y montañas… La providencia me ha dado unos ojos que quieren ver”


Hola, mi nombre es Marta Sánchez García y voy a compartir, empezando con este artículo, nuestra aventura familiar, desde La Tierruca (Cantabria, Campoo en concreto) hasta Turquía en nuestra autocaravana. Compartir con vosotros lectores y los amigos de elviajeroaccidental.

Esta aventura nos llevó por media Europa durante 9 meses, mucho más que un simple viaje. Vamos allá, os invito a

El viaje, una gran ilusión, un viaje largo

Irse….quedarse….estar….volar…a menudo son direcciones contrarias que revolotean en mi cabeza…¿o no tan contrarias?… En realidad, pienso muchas veces, todo es posible. Somos unos enamorados de nuestro entorno, de nuestro valle cántabro, y de sus alrededores.

Creemos, además, que cada día es distinto de los demás, que lo bonito puede aguardar, agazapado, detrás de insospechados ángulos, que no hay que esperar a las vacaciones ni a los viajes para disfrutar de la vida, que es cada día y cada momento.

Pero me gusta mucho esta cita de Ella Maillart para reflejar el porqué, si es que lo hay, de querer viajar….al igual que un famoso alpinista respondió, como razón de escalar montañas, “porque están ahí”.
Ella Maillart era una viajera de las de verdad, algo que ahora es mucho más difícil ser, y que no considero que nosotros seamos. Viajamos con más comodidades, consultamos mapas detallados, leemos guías, nos inspiramos en blogs o relatos de personas que comparten vivencias similares y nos motivan a soñar….planear….y saltar y lanzarnos.
Pero me gusta pensar que el espíritu del viaje permanece, que viajamos porque queremos ver, para entender y sentir el mundo con otros ojos, para curarnos de algunos de los males que nos aquejan y que en el fondo, pienso a veces, vienen de la errónea idea de creer que somos tan diferentes, que unos somos de aquí, otros de allí, como si no compartiéramos todos el mismo planeta, como si uno eligiera de dónde es o ciertas circunstancias que le ha tocado vivir.
Una gran ilusión, un viaje largo, y una gran suerte, tener las circunstancias de poder vivirlo, que todo cuadre y poder decir: ¡¡AHORA!! No siempre imaginé que iba a ser un viaje en familia, pero, a decir verdad, esto me gusta especialmente….por varias razones….porque se convierte más en vivir viajando, que en un viaje planeado. Porque viajando en familia es más fácil acceder a la gente en los lugares, en sus vidas del día a día….porque con nuestra pequeña Noa, el ver “x” atracciones turísticas porque “hay que ver” en un sitio deja de tener mucho sentido y, en  cambio, te incita a ver el mundo con ojos nuevos, disfrutando del ahora como sólo un niño sabe y nos enseña. Porque es una maravillosa oportunidad de estar los tres juntos, escapando por un tiempo de las prisas, los horarios prefijados y las obligaciones, de las que habrá momento después….Porque Noa, tan pequeñita, tiene sin duda unos ojos que quieren ver….y unas manos que quieren explorar, y unos pies que quieren caminar. Me gustaría pensar que, a través de este viaje, sentará los cimientos para a ver lo distinto como lo propio,  valorar lo diverso como lo enriquecedor,  ver más allá de lo que a veces los ojos nos muestran, caminar sin miedo y reír con la vida.
Allá vamos…..

Noa dando de beber a Gero

Nuestra primera etapa, ¡hasta la vista Tierruca!

Y ahora, SÍ…poco a poco, o no tan poco a poco, con momentos de repentina certeza, de “ay,ay,ay,que esto es verdad” -unido a un gluuups en la tripita-, nos vamos yendo. Va quedando atrás nuestra casa-atalaya de Encimabiá, los días de preparativos en ella,  los encuentros familiares, las últimas excursiones campurrianas, los abrazos amigos, los “se me olvidó de última hora”(de los que aún no estamos del todo libres, jajaja), la montaña y el mar cántabros.

En la playa de la Arnía, qué mejor “hotel”

En Las Cervalizas, el agua sieeempre helada

La verdad que no nos gusta mucho despedirnos, quizá porque no somos de los que ven mucho el “largo plazo”, preferimos pensar que partimos e iremos viendo. Y porque creo que todos sabemos que  es posible tener algunas personas cerca y sentirlas lejos, y viceversa, ¿verdad?

Esperamos encajar en este último caso para tod@s los que quieran, en algún momento, sentirnos cerca, ¡aunque estemos lejos! Abrazos cercanos, camino de Donosti, ¡nuestra próxima parada y fonda!

Donosti y…..Ondo ibili!

Llegamos a San Sebastián tras un viaje (siestero para Noa) sin incidencias. Ya habíamos estado más veces y fuimos directamente al área de autocaravanas, que estaba no sólo a rebosar, sino que había muchísimas autocas acampadas en los alrededores.
Nosotros entramos a llenar y vaciar aguas, con la suerte de encontrar un hueco que se libera, y allí nos colocamos. El área en sí no es que sea preciosa, es de asfalto y están bastante pegaditas unas autos a otras (6,55  euros la pernocta ahora en temporada alta, fuera de ella es más barato). Pero la zona está genial, donde las universidades, con carril bici al ladito, cerca de la playa de Ondarreta, y con muy buen ambientillo. Noa enseguida hace migas con unos cuantos niños que andan por ahí correteando, y en un rato montamos las bicis con la nueva sillita de Noa que va en la parrilla de papá o mamá, y nos vamos a dar una vuelta por la city.

En bici por Donosti

Increíble el ambientazo veraniego, no cabe más gente en Donosti, en la playa, en las calles, caminando, en bici, en patines….¡una pasada! Así que pasamos aquí un par de días encantados y disfrutando del solete, y del calor, que aprieta hasta un poco de más (aunque de donde venimos nosotros, de calor no podemos quejarnos, jajaja), dándonos algún baño en la Concha, circulando con la bici aquí y allá y haciendo muuuuchos recados que teníamos aún pendientes.

Desde comprarnos unas almohadas cervicales (que la comodidad se agradece, oyes), hasta imprimir los papeles del seguro, pasando por liberar el móvil en la tienda de unos pakistaníes que nos recomendaron….y recibiendo una visita que nos hace mucha ilusión: ¡los protagonistas de “Cuatro por el mundo”! Hace ya un tiempo que supe de ellos por Internet…una familia con dos hijos dando la vuelta al mundo en tres años por tres continentes distintos, una pasada de historia y de sueño que están haciendo realidad… Cuentan todo esto en su web, “Cuatro por el mundo”.
Cuando, tras un tiempo de mails, les comenté que pasaríamos por Donosti y que si cuadraba conocernos, Julio me contestó enseguida: “¡por supuesto!, nos encanta conocer a otros soñadores…”, y me hizo mucha gracia. Por mail nos pasaron bastantes datos prácticos de destinos, recomendaciones, consejos de rutas y de cosas varias para un viaje largo en autocaravana. Bienvenidos todos, nada más útil que la experiencia del que ya está en ello. Andaban más que liados preparando la etapa que se les avecinaba ya mismo, nada menos que embarcar su autocaravana y empezar su etapa viajera por Sudamérica, pero aún así, se acercaron a conocernos y compartimos un rato estupendo de té, impresiones, risas, miradas ilusionadas y buenos deseos. Y recibimos toda esa energía y entusiasmo viajeros que nos vinieron genial. ¡Mil Gracias y feliz viaje, Julio y Elena!!
Y ahora nos toca a nosotros….nos despedimos de Donosti, hasta la próxima, que volveremos seguro, y carretera y manta….voy mirando los kms pasar y pienso lo cerquita que estamos ya del país vecino y justo veo el cartel de salida de Gipuzkoa que dice “Ondo Ibili”, y pienso: ” eso es”….¡Seguimos ruta, ONDO IBILI!!…..Continuará……

Cuatro por el mundo y Cambolitas

En el próximo artículo de “Dando cambolitas” Marta y su familia nos llevarán a Francia en su primera etapa por la media Europa que cruzaron con su autocaravana. Y luego seguirán más artículos por Italia, Eslovenia, Hungría…¡No os los perdáis!!

Links y lugares mencionados en este artículo:

La vida de Ella Maillart 

Encimabiá, Cantabria

Playa de la Arnía, Liencres (Cantabria)

Blog de viajes “Cuatro por el mundo” 

 Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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