Fecha última actualización 31/07/2020 por El Viajero Accidental
A la entrada de la Ría de Ferrol hay un guardián, el castillo de San Felipe. Poco conocido, de larga historia que con este artículo vamos a conocer mucho mejor.
Antes de entrar a su historia, qué mejor manera de entender su importancia en la Ría de Ferrol que viéndolo desde el mar. Desde el barco que hace un recorrido por esta ría realmente bella, se puede apreciar la posición estratégica del castillo…y también su belleza arquitectónica fundiéndose en el paisaje.
Como muy bien dice en este video el patrón del barco, el castillo es propiedad del ayuntamiento de Ferrol, está en la parroquia de Brión y se puede visitar. Conozcamos mejor al castillo de San Felipe y a sus vecinos el castillo de la Virgen de La Palma y el de San Martín, llamado este así en honor al adelantado de Castilla llamado Martín de Padilla.
El castillo de San Felipe se empieza a construir en 1557 y toma su nombre del monarca del momento, Felipe II. En el siglo XVIII el arquitecto Francisco Montaigu introduce varias innovaciones, en especial el hornabeque característico y el foso que acabaron probándose muy efectivos como veremos en un momento.
El fin fundamental de los tres castillos de la Ría del Ferrol, el “triangulo de fogo”, era convertirla en un abrigo inexpugnable. Ferrol se convierte desde el siglo XVII en punto estratégico de reabastecimiento de la Armada Real gracias al calado de su ría y su orografía, ambas características mucho más favorables que en la vecina La Coruña.
San Felipe está en la orilla norte, mientras que La Palma y San Martín se encuentran en la orilla sur. No solo se confiaba en sus murallas y cañones, sino que además entre San Felipe y San Martín existía una gruesa cadena de hierro unida a sendas anclas en cada orilla de la ría. Las guarniciones de ambos castillos levantaban la cadena cuando era necesario cerrar el acceso al interior de la Ría.
El castillo de La Palma visto desde San Felipe
Los astilleros y la propia base naval hacían de Ferrol un objetivo deseado por Francia e Inglaterra, que se alternaron en los intentos de ocupación. Pero la solidez de las fortificaciones, la cadena, el hornabeque y el efecto conjunto de ambos castillos hacían el ataque por mar una quimera para las potencias hostiles.
Es cierto que desde un punto de vista defensivo San Felipe parece vulnerable desde los montes circundantes y así lo entendieron los ingleses en 1800 cuando intentaron atacar por tierra y fueron repelidos por la guarnición y los lugareños en la batalla de Brión. Unos 100 barcos ingleses y 4.000 soldados por tierra intentaron tomar San Felipe, siendo rechazados hasta retirarse.
Napoleón dedicó entonces un cumplido a los “valientes ferrolanos” que el patrón de nuestro barco resumió más gráficamente con la frase “en la Ría no entraba ni Dios”.
El uso del castillo de San Felipe pasado el siglo XVIII fue variando. En el siglo XIX se construyó una batería a ras de agua y posteriormente se utilizó como cárcel durante la guerra civil. El castillo de La Palma quedó como residencia de oficiales y hoy en día no está en uso. El castillo de San Martín, hoy en día en ruinas, perdió importancia en el siglo XIX y sus restos sirven hoy como base para un faro con diversos instrumentos para la señalización de la costa de la ría de Ferrol.
San Felipe es propiedad del ayuntamiento de Ferrol y está abierto al público, siendo Bien de Interés Cultural desde 1994.
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- Entrada al castillo
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- Murallas
El potencial del castillo como visita turística le pareció a El Viajero Accidental que está muy por encima de su uso actual. Una visita guiada que explicara toda esta historia que hay detrás del castillo y de Brión y sus gentes sin duda sería un éxito. Y si a eso le combinas como hicimos nosotros un paseo en barco por la ría, entonces tienes una tarde perfecta en Ferrol.
Ferrol conserva su estatus como importante Base Naval y allí tuvimos la oportunidad de ver atracadas a varias fragatas de la Armada.
Hasta pronto Ferrol, esperamos que ahora que te conocen mejor haya muchos más Viajeros Accidentales visitándote.
Links usados en este artículo:
Paseos en barco por la Ría de Ferrol
Nota del autor: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”
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