Fecha última actualización 23/08/2019 por El Viajero Accidental

¡Hola Viajeros Accidentales! ¡Acá estoy nuevamente mostrándoles Italia! Les contaré de la forma más amena posible mi paso por una de las islas más bonitas del Mar Mediterráneo, la isla de Cerdeña.


La isla de Cerdeña es la segunda isla más extensa después de Sicilia enclavada en el Mar Mediterráneo. Tiene una superficie de 24000 km2 y consta de 5 Provincias: Sassari al norte, Nuoro al centro-este, Oristano al oeste, y abarcando todo el sur de la isla están Sud Sardegna y Cagliari.

Y llegamos a Olbia con el Ferry después de una noche de navegación tranquila, saliendo de Civitavecchia, el puerto de Roma. Como con mi amiga somos todo terreno, nos fuimos caminando desde el puerto al centro de la ciudad, atravesando con las maletas y todos los bártulos un lindo lungomare y llegando a Olbia centro. Olbia tiene un centro histórico pequeño pero muy cálido.

El primer día nos instalamos en el hotel que tenía un pequeño balcón con una hermosa vista a la plaza y salimos enseguida a buscar playa….esas playas que tanto nos habían recomendado por lo bonitas y únicas…las mejores de Italia. Y acá disiento….son preciosas, pero qué es mejor? Mejor que qué? Este país tiene otras playas también muy bonitas por ejemplo en Puglia, pero lo que sí se puede afirmar es que son únicas! En este viaje, para darnos una idea de la isla, recorrimos las playas del este, luego las del norte, el oeste y terminamos en el sur. El primer día tomamos el bus y fuimos hacia el sur de Olbia, a Puerto Istana donde pasamos la tarde y al otro día, un día nublado, después de esperar más de una hora el bus fuimos hacia el norte a Costa Esmeralda y llegamos por recomendación a playa Capriccioli donde el color esmeralda se visualizaba de a ratos cuando salía el sol. ¡¡Esperamos casi tres horas el bus de retorno a Olbia!! por lo que al día siguiente alquilamos coche.

Dejamos Olbia rumbo al noroeste, Puerto Torres, pasando por la playa de la Marinella, el golfo di Cugnana y finalmente Porto Cervo. Porto Cervo merece una descripción especial, ya que es considerada la ciudad más importante de Costa Esmeralda. Es un sitio fantástico, un lugar paradisíaco elegido por ricos y famosos de la jet set internacional, que posee un shopping al aire libre, la Promenade du Port con cafés, restaurantes y negocios de las marcas más prestigiosas. Pasando dicho paseo se llega al puerto de yates y al centro comercial Waterfront Costa Esmeralda donde se pueden ver las grandes embarcaciones de crucero. De Porto Cervo seguimos directo a Puerto Torres. Haciendo base en Puerto Torres fuimos a la playa La Pelosa en Stintino-Sassari, una preciosura única considerada una de las playas más bonitas de toda Italia y la más paradisíaca de la isla por su agua verde cristalina y su arena blanquísima. Además del color del agua es llamativa la magnífica torre aragonesa emplazada en el Cabo Falcone que hace que desde lo alto la vista sea única. Es considerada tan especial esta playa que en 2018 el síndico debido al riesgo de colapso por la invasión de 5 mil personas por día esperadas para el mes de agosto, tenía como proyecto prohibir las toallas de playa debido a la cantidad enorme de arena que se extrae del lugar, como una forma de preservar un ambiente único (artículo de Cristina Nadotti: “Stintino, per salvare la spiaggia il sindaco vieta gli asciugamani” de una crónica de R.it). ¡Hasta se decía cuando fuimos que iban a multar a la gente que entrara a la playa con las toallas que retuvieran arena! Ante la duda, nos despanzurramos en el agua y no extendimos ninguna lona, sólo disfrutamos del sol y del agua y nos sentamos en una piedra a secarnos al sol….! Y es verdad, hay tanta pero tanta gente ya desde muy temprano, que es imposible conseguir aparcamiento, que por otra parte es carísimo, ¡pero vale la pena hacer un alto y conocer La Pelosa! De La Pelosa seguimos viaje hacia otra playa donde pasamos el resto del día, la Spiaggia delle Saline, una extensa playa también, una preciosura aunque con un poco de algas.

A promedio de 3 playas por día, aprovechando la “macchina”, es decir el coche, partimos al día siguiente rumbo a nuestro próximo destina, Alghero. Esta ciudad merece un capítulo completo.

Alghero es una ciudad amurallada con un puerto antiguo y un casco medieval. Estuvo a mediados del s. XIV a manos de la Corona de Aragón que la pobló con colonos provenientes de Barcelona, por lo que se la conoce como Barcelloneta. Al atardecer paseando por el Bastioni Marco Polo recorrimos todo el perímetro de la muralla que rodea al casco histórico que tiene preciosas tiendas abarrotadas de corales. El puerto amurallado de esta antigua villa pesquera casi no ha cambiado su aspecto desde la época en que pertenecía a la Corona de Aragón (s. XIV-XVIII), es un puerto muy bello con numerosas embarcaciones a vela y motor tipo crucero. El paseo marítimo une la torre del Esperò Reial con la de la Polveriera, ambos baluartes que forman parte de la media docena de torres que en la antigüedad defendían la ciudad. Y al caminar bordeando la muralla al atardecer se nos apareció de golpe Argentina ¡con el 10º Encuentro Internacional de Tango en Alghero!  Y Alghero de noche tiene una magia única. Y si de gastronomía se trata, el mejor lugar donde hemos degustado la cocina sarda fue en el Bar Ristorante “Dietro Il Carcere” donde hemos disfrutado un plato principal compuesto por diferentes pescados, mariscos, ostras y caracoles presentados en platos fríos y calientes con diferentes salsas acorde a la intensidad de sabor natural de cada uno. Un plato espectacular y muy pero muy delicado! Y como escribió en una red social (Facebook) una persona que estuvo: “Posto carino e insolito, ma il proprietario lo rende speciale. Ottima cucina ci ritornerò sopratutto per Gianni” (Un bello lugar, diferente, que el propietario lo hace especial. Cocina óptima, retornaremos, especialmente por Gianni). Gianni es un anfitrión muy atento y amable, un encanto, al que debo enviarle una postal de La Plata, ya que las colecciona en una de las paredes de su bar… ¡nos mostró que tiene de Buenos Aires y Mar del Plata!

Al día siguiente, zarpando del puerto de Alghero hicimos una excursión al Capo Caccia y a la Grotta di Nettuno y en dicho paseo, luego de una parada en Cala Calcina para tomar un almuerzo a bordo, nos cruzamos con un bello bergantín-goleta de cuatro velas que tiene como velas de proa a popa dos velas triangulares: Genoa y trinquetilla, y dos velas trapezoidales: una cangreja de mayor y una cangreja de mesana… ¡una preciosura náutica!

Y al otro día salimos a conocer más playas de Sassari, rumbo a Spiaggia del Lazzaretto y Spiaggia delle Bombarde… ¡una más bella que la otra! Todas parecidas aunque a la vez todas diferentes, pero cada una única. Al día siguiente decidimos ir a la Calla dell’ Argentiera pero de camino pasamos por una pequeña cala muy bella y decidimos hacer una parada corta antes de seguir para pasar el día en Argentiera zona en la que existió durante siglos y hasta la década del 60, una minera con reservas de plomo, plata y zinc. Esta última es una playa pintoresca con arena mezclada con grava y restos minerales, con un mar verde esmeralda muy cristalino con un gran contraste con las rocas que rodean la playa. Y al otro día partimos para Cagliari, la capital de la isla, y en el trayecto por la zona oeste paramos en varias playas. Pasando Bosa Marina llegamos a la Spiaggia di Porto Alabe y luego seguimos hacia el Golfo de Oristano, en Cuglieri llegamos a la Spiaggia di Sa Capanna  y luego a la Spiaggia di S’ Archittu donde hicimos una pequeña caminata por el lungomare o paseo marítimo. Y de ahí seguimos hacia Spiaggia di Is Arenas, una playa bellísima donde tomamos un baño de mar de dos horas antes de seguir viaje hacia Cagliari.

Cagliari es la capital y la ciudad más poblada de la isla. Es una ciudad preciosa que nos dio una impresión agobiante cuando llegamos porque no había lugar en ningún sitio para estacionar el coche, por lo que dimos miles de vueltas, cansadas luego de estar girando por diferentes playas desde Alghero hasta este punto…y encima el albergue estaba en el casco histórico peatonal donde no había dónde dejar el coche para bajar todos los bártulos que traíamos! Eso le dio más tensión a la llegada. Y luego de descargar las cosas y enterarnos que el departamento estaba 3 pisos por escalera arriba con 3 puertas que había que abrir y cerrar continuamente, llegamos a un ático sin ventanas tipo Alcatraz….y luego de subir las valijas como pudimos tuvimos que salir a buscar un sitio para dejar el coche toda la noche…total, a pesar del relax de tarde de playas, llegamos a la noche estresadas lo que hizo que viéramos a Cagliari como una ciudad no amigable. Pero de día todo se ve mejor. Decidimos reconciliarnos con esta linda ciudad comenzando nuestro recorrido a pie por la vía del Buen Camino, allí nos encontramos con el Anfiteatro Romano di Cagliari que en su época tenía una capacidad de aproximadamente 10.000 espectadores. Continuando por esta vía nos encontramos con la Porta Cristina, la puerta de acceso al barrio Castello, llamada así en honor a la reina María Cristina de Borbón. Siguiendo el recorrido llegamos a la Catedral de Santa María Assunta en el quartiere Castello, una basílica bizantina edificada en el s. XIII en el sitio de la antigua iglesia de Santa Cecilia, la patrona de la música homenajeada con diferentes obras que la representan. Otras obras importantes de esta ciudad amurallada en la zona del Bastione di Santa Croce son el Bastione di Saint Remy  y la Torre del Elefante, y en la via Roma el monumental Palazzo Cívico di Cagliari frente al paseo marítimo del puerto. La barca de excursión de pesca además de llevar mi nombre y el de la Catedral….jajaja….tiene la estampa de la bandera sarda que posee 4 cabezas de moros distribuidas en 4 cuadrantes de una cruz roja sobre un fondo blanco y que constituye el símbolo de Cerdeña. Esta bandera está asociada a los hechos bélicos de la Corona de Aragón que dominó la isla entre los años 1324 al 1479; las cuatro cabezas representarían las victorias de los aragoneses en España contra los moros invasores: Zaragoza, Valencia, Murcia y las Baleares. Un significado más antiguo previo a la presencia aragonesa en la isla sugiere que estos 4 moros representan los cuatro estados independientes que gobernaron la isla de manera autónoma (s. IX a XV) y la defendieron de las continuas invasiones moras.

Y nos quedaban todavía las playas de la parte sur de la isla, por eso al otro día salimos rumbo a Villasimius a conocer las playas del este de Cagliari, por recomendación de la moza del restaurante donde cenamos la noche anterior. Primero paramos en Spiaggia di Campulongu-Le Zagare por la mañana y al mediodía seguimos hacia Spiaggia di Simius, la playa de la Villasimius donde pasamos la tarde. Al atardecer fuimos luego de pasar por el Stagno Notteri, un estanco con flamencos, a la Spiaggia di Porto Giunco para ir finalmente a la Marina di Villasimius en el Capo Carbonara.

El último día fuimos a una sola playa al Oeste de Cagliari, también muy recomendada por los lugareños, la Spiaggia di Tuerredda…qué decir de esta playa? La frutilla del postre!….con una vista espectacular en lo alto desde la ruta con un color turquesa-azulino intenso y más bella aún al internarnos en sus aguas cristalinas… a mi criterio, la playa más bonita de la isla, que me regaló no sólo el color turquesa de sus aguas, sino un entorno encantador, una postal con el pequeño promontorio con la torre de avistamiento en la cima y los cuatro veleros fondeados.

Obvio que no vimos todas las playas, quedaron a pesar de los diez días de recorrido muchas por conocer como las playas del archipiélago de la Maddalena o el Parco Nazionale dell’ Asinara, entre otros sitios… quedarán para la próxima vez; pero el camino recorrido nos permitió tener una idea de la naturaleza de estas playas, de la maravilla que las rodea, del entorno que las hace únicas en su tipo.

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