Madrid, la ciudad que duerme – Diarios de la cuarentena
Aquel día Madrid se despertó con aparente normalidad, si así se le puede llamar al ritmo frenético que llevábamos. Saqué el coche del parking y me dirigí a la oficina como si fuera un día más.
Aquel día Madrid se despertó con aparente normalidad, si así se le puede llamar al ritmo frenético que llevábamos. Saqué el coche del parking y me dirigí a la oficina como si fuera un día más.
Síguenos en las redes sociales