Recientemente paseamos por el Jardín Histórico del Pazo Quiñones de León en el parque de Castrelos y nos encantó. Por ello hoy os contamos nuestro recorrido y lo que vais a encontrar en este precioso jardín. 

Este jardín tiene su origen a finales del siglo XIX. Fue cedido en el año 1926 junto con el Pazo de Quiñones de León y el parque de Castrelos al pueblo vigués por Fernando Quiñones de León, marqués de Alcedo, con objeto de que fueran dedicados a Museo de Arte y parque público. A día de hoy el Pazo alberga el Museo Municipal de Vigo que posee una de las mejores colecciones permanentes de pintura gallega y una importante colección de arqueología. Tiene incluso depósitos del Museo del Prado y del antiguo Museo Nacional de Arte Moderno.

Al entrar no puedes dejar de contemplar durante un buen rato el Pazo porque merece la pena observarlo con detenimiento. El origen del pazo se remonta al siglo XV, época en la que funcionaba como fortaleza militar. Se construyó sobre la antigua Torre Lavandeira.

 

La creación del Jardín Histórico fue ordenada por el marqués de Alcedo y por María de los Milagros Elduayen VIII, marquesa de Valladares. El conjunto de pazo, museo y jardines, por su gran importancia, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1955.

Tiene una extensión de 5,5 hectáreas y consta de 5 zonas ajardinadas bien diferenciadas y definidas: el jardín de acceso, la rosaleda, el jardín francés, el jardín inglés y el bosquete.

El jardín de acceso se sitúa ante la fachada principal del pazo. Está limitado por un lado por una edificación de servicios y por la capilla, y por el otro por un conjunto de almenas y una garita de carácter decorativo. Su trazado es muy sencillo. Consta de una rotonda central con una fuente y dos parterres laterales. La fuente circular se sitúa en un plano inferior, un poco enterrada, para no romper la perspectiva del edificio principal.

 

 

 

Continuando por el lateral del pazo llegamos a su parte posterior donde nos encontramos la rosaleda, que se extiende por el plano más elevado del jardín. La Rosaleda es un agradable paseo con esculturas y arcos rodeados por rosales. En este recinto encontramos la fuente del “Príncipe de las Aguas”.

En esta zona del jardín además de las diversas clases de rosales encontramos una amplia variedad de especies, tanto exóticas como autóctonas. Podemos mencionar entre ellas jazmines, robles, camelias, mandarineira…

 

El Jardín Francés se encuentra al mismo nivel que el pazo, por lo que se ve como una continuación del mismo. De este recinto te quedan grabados los setos de bojs con formas geométricas y las esbeltas palmeras.

 

 

 

En un plano inferior encontramos el Jardín Inglés como antítesis del Jardín Francés y de su geometría. El jardín inglés se desarrolla alrededor de un estanque central en el que se encuentra una maqueta del edificio del pazo y se caracteriza por las plantaciones de estilo libre.

 

El bosquete es el lugar de ocio de los habitantes del Pazo. Encontramos el palomar y un campo de tenis entre un bosque de laureles, eucaliptos, avellanos y grandes robles entre otros árboles.

Se llega al bosquete por un paseo de camelias bautizado como Paseo de Odriozola en honor al estudioso y divulgador del género Camelia. Las camelias tienen gran importancia en este jardín. Destaca un ejemplar bautizado como el matusalén de las camelias por su antigüedad.

Encontramos un paseo con eucaliptos que son los árboles más altos del municipio con alturas superiores a los 55 metros, que están incluidos en el Catálogo de Árboles Singulares de Galicia.

 

Tenemos ganas de volver para visitar también el museo y para contemplar el Jardín Histórico del Pazo de Castrelos en otra época… ¡Habrá que repetir!

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado. Mi opinión es independiente”.

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