Fecha última actualización 18/05/2021 por El Viajero Accidental

Pocas islas tienen una historia tan peculiar como el archipiélago de Ons, que forma parte del Parque Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, ya que fueron ocupadas por colonos oriundos de la Península do Morrazo y debieron pagar un diezmo al arrendatario de la tierra donde establecieron sus viviendas.

La isla de Ons está ubicada en la entrada de la ría de Pontevedra, pero no pertenece a esta ciudad ni al ayuntamiento de Sanxenxo -punto de tierra más cercano a la isla-, sino que administrativamente pertenece al ayuntamiento de Bueu. Las razones hay que buscarlas en la historia ya que fueron familias de pescadores de la península del Morrazo, generalmente del ayuntamiento de Bueu, quienes se asentaron allí pagando al dueño de la isla una renta o diezmo. Los pescadores compaginaron el trabajo en el mar con el cultivo de la tierra porque  necesitaban los productos de su huerta para sobrevivir.

Bueu

Dejando atrás Bueu…

La isla de Ons es hoy de propiedad pública pero durante siglos fue propiedad privada. Primero perteneció a la iglesia y posteriormente a nobles y burgueses, que crearon en ella a finales del siglo XIX una fábrica de salazón de pescado, conocida como “O Almacén”, que atrajo población a la isla. Los marineros que se asentaron en Ons no son propietarios de las tierras donde están sus casas, son colonos, ya que los propietarios de la isla nunca les quisieron vender su solar.

En los años cincuenta del siglo XX llegó a tener censadas algo más de quinientas personas. Por este motivo se construyen en ella una escuela y una iglesia. Sin embargo, las durísimas condiciones de vida (falta de luz eléctrica, de servicios sanitarios…) contribuyeron a la despoblación de la isla, que hoy vive del turismo, y las casas, casi en su totalidad, son segundas residencias.

La población de la isla de Ons como sucede en toda Galicia está distribuida en varias aldeas: O Curro, O Caño, O Cucorno, o Laverno, O Centolo, Melide, Chan da Polvora, Canexol y Pereiró. O Curro es la aldea más poblada, y es la que nos la encontramos al desembarcar. En esta parroquia están los bares y restaurantes, también la iglesia, las tiendas y el hotel.

En el embarcadero cuentas con información para realizar rutas por la isla. Allí vas a encontrar señalizadas unas rutas recomendadas. Se trata de cuatro paseos circulares de dificultad media cuyo recorrido va desde uno a ocho kilómetros. Te van a permitir conocer “O Burato do Inferno “, O Faro, Mirador de Fedorentos, las distintas playas… Y si te apetece puedes contratar una visita guiada.

En los años cuarenta del siglo pasado el gobierno franquista expropió la isla, argumentando necesitarla para instalaciones bélicas. En ese momento su propietario era la familia Riobo, que la había comprado en los años 20. Esta familia regentaba en la isla una empresa -Isla de Ons, S.L.- dedicada a comercializar el pulpo, fundamentalmente. Expropiada la isla, los colonos isleños continuaron con la pesca, el cultivo del maíz, patatas, centeno… y teniendo en el hogar unas gallinas, un cerdo -al menos- y ganado (vacas, bueyes, ovejas).

Afortunadamente nunca llegó a albergar instalaciones bélicas. Los herederos de esta familia han sido indemnizados a principios de este siglo por la expropiación.

Cuando, en 2002, se constituye el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, y Ons pasa a formar parte de él, los isleños debieron luchar por sus derechos ya que no eran, ni son, propietarios de los terrenos donde están construidas sus casas. A día de hoy los pobladores de la isla disponen de una concesión que les permite vivir allí.

Para ir a Ons yo suelo coger el barco en Bueu porque es el embarcadero con unos horarios más amplios, puedes coger el barco desde otros enclaves (Cangas, Vigo, Bayona) pero la oferta es más limitada.

 

Al llegar te sorprende que la vegetación es casi de un páramo, con tojos y matorrales bajos. A ello se une la perplejidad de encontrarte con un microuniverso de casas, cultivos, hórreos -para la conservación de los alimentos-, pozos de agua que posibilitan el asentamiento de la población, caminos entre aldeas… Si no fuera por las vistas te olvidarías de que estás en una isla.

 

Si queréis podéis quedaros a pasar unos días de descanso en la isla, pero reservad con antelación el alojamiento, ya que es escaso porque se ofrecen pocas plazas para la demanda que hay. Existen tres establecimientos hoteleros en los que puedes quedarte: Casa Acuña, O Pirata y Casa Checho. Este último, está ubicado justo al lado del embarcadero.

Si te apetece puedes optar por hacer acampada, el camping está en Chan da Pólvora, en la parte alta de la isla. La estancia hasta hace unos años era gratuita, pero se han realizado obras en las instalaciones y tiene la concesión una empresa privada. Puedes llevar tu tienda de campaña, pero también puedes optar por alquilar alguna tienda de las ya instaladas que cuentan con camas y tarima de madera.

Una vez allí la vida se ralentiza, las pautas y ritmos se calman. En la isla lo que puedes hacer es ir a la playa, hacer senderismo, leer, pasmar, y disfrutar de la gastronomía local. El pulpo forma parte de la especialidad gastronómica.

La isla cuenta con playas en el lado oriental (hacia el continente, es decir hacia la ría de Pontevedra) y otras tantas en la parte de Occidente, a mar abierto, batiéndose con el Océano Atlántico. El contorno de la isla es bien diferenciado. El lado orientado hacia la ría es casi recto y en él se asentaron los marineros dando lugar a las diferentes parroquias. Sin embargo, el contorno batido por el Océano Atlántico es accidentado y con grutas marinas, llamadas “furnas”. Las galerías subterráneas excavadas por la erosión del mar en los acantilados son abundantes tanto en Cíes como en Ons, existen más de veinte “furnas” inventariadas en cada archipiélago, cada una con su nombre y su correspondiente leyenda. No son visitables, están en espacio protegido.

Ons dispone de muchas playas de arena fina, conservadas casi vírgenes. Cinco de ellas son las playas grandes, la primera que nos vamos a encontrar es la playa das Dornas, despues irás encontrando Área dos Cans, Melide (nudista), O Canexol y Pereiro.

El archiélago de Ons está formado además por pequeños islotes no habitados, de los cuales el más grande de ellos es Onza.

Por cierto, si te animas a ir recuerda que antes debes solicitar autorización en la página de la Xunta: https://autorizacionillasatlanticas.xunta.gal/illasr/inicio

Estamos ante un paraíso… ¡afortunados quienes lo disfrutamos! 

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo. No tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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