Mondoñedo acaba de ser incluido en la asociación que reconoce a “Los pueblos más bonitos de España” lo que supondrá un importante estímulo para el turismo. 
Hasta hace bien poco la vida de este pueblo circulaba alrededor del clero y más concretamente alrededor del Seminario Mayor de Santa Catalina, que albergó entre sus paredes, sus aulas y en su claustro a muchos jóvenes, que se encaminaban a servir a la iglesia o a muchachos de muchas familias que a través del seminario accedían a una educación.

Hasta hace poco, el tiempo permanecía parado en Mondoñedo y en sus calles empedradas apenas se oían pasos que te acompañasen en tus paseos o cuando se realizaban las compras de avituallamiento de la casa.

Y también hasta hace poco tiempo, la población no experimentaba el necesario relevo generacional para que la pirámide no estuviese invertida, no había nacimientos, pero sí era frecuente prepararse y acudir a un entierro.

Esta realidad parece que está cambiando poco a poco y población inmigrante se está asentando en este bonito pueblo, que sin tener costa goza de otros atractivos. Ahora quiere reinventarse, los ingredientes los tiene.

Un poco de historia

Cuando en la edad media existía el Reino de Galicia, con su propia monarquía y sus siete provincias, una de ellas era Mondoñedo, ciudad que ya era sede del arzobispado. Inicialmente los monjes construyeron su monasterio en tierras pegadas al mar cantábrico pero el temor a las invasiones normandas y vikingas motivó su traslado tierra adentro y allí se quedaron.

Poco a poco se construye la Catedral, que está metida en el medio del pueblo. Sus proporciones le han valido el sobrenombre de “la catedral arrodillada” por sus medidas y su poca altura. El edificio ha sido objeto de muchas reformas, la última de ellas muy reciente. A mediados del siglo pasado se eliminó el cierre que tenía delante de la fachada y se igualó el nivel de su entrada dando lugar a la plaza con la que cuenta en la actualidad, donde podemos sentarnos en las terrazas de los bares y cafeterías que se ubican en los soportales de las casas que cierran la plaza, y dejarnos llevar por la belleza del enclave. Seguro que al contemplar la Catedral de Mondoñedo nos impresionará el magnífico rosetón que se encuentra en su fachada, pero aún es más curioso ver que una plaza catedralicia se encuentra rodeada de casas de arquitectura civil y todas ellas, casas y catedral, dan forma a la plaza.

 

Un lugar privilegiado para contemplarla es la Plaza de España, cerca de la estatua de “Álvaro Cunqueiro”, novelista, poeta y periodista nacido en Mondoñedo. La plaza donde está ubicado el monumento dedicado a Cunqueiro constituye un magnífico mirador ya que está ubicada a una altura superior. A mí, cuando estoy allí, me resulta muy agradable callejear, comprar el periódico en el kiosco cercano a la estatua de D. Álvaro y sentarme en la plaza a tomar un vino, leer la prensa y admirar el entorno.

 

Como hemos llegado hasta aquí 

El concilio de Trento (Italia, S. XVI) cambió la fisonomía de Mondoñedo, ya que en dicho concilio se recomendaba que cada diócesis (territorio que está bajo un obispo) tuviese un seminario formativo y el pueblo de Mondoñedo fue el tercero de España en construirlo.

 

El seminario de Santa Catalina es un edificio singular,  en su día albergó a muchos seminaristas pero hoy no tiene ninguno. De este seminario podríamos decir que fue una factoría de sacerdotes, por la cantidad de alumnos que tenía. A día de hoy, en sus dependencias se ha construido una hospedería que consta de dos secciones: San Rosendo y Santa Catalina, dispone de habitaciones sobrias pero cuidadas y tiene un comedor para unas 100 personas. Su cocina es sencilla pero bien elaborada y a un precio muy asequible. La hospedería es un buen lugar para pasar unos días en verano y visitar esta zona de la Mariña Lucense que tiene mucho de ver.

Se conoce como la Mariña a la zona norte de la provincia de Lugo, dividida en tres comarcas: Mariña Occidental, Maríña Central y Mariña Oriental. En la Mariña el verde gallego se funde con el Cantábrico y las vacas pastan tan al borde del acantilado que al principio de mis paseos playeros me daba la impresión de que la vaca se me caía encima.
La Mariña cuenta con dos espacios declarados reserva de la biosfera por la UNESCO, uno de ellos “Terras do Miño” abarca el ayuntamiento de Mondoñedo, junto con los de Alfoz, Ourol y O Valadouro. El otro espacio reserva de la biosfera es el regado por el río Eo.

Camino de Santiago

Mondoñedo fue declarado conjunto histórico-artístico en 1985. Al formar parte del recorrido del camino norte de Santiago, cada vez más gente estructura las etapas del camino para lograr que Mondoñedo sea fin de etapa y así disponer de tiempo para visitarla.

Los peregrinos antes de llegar a Mondoñedo por el camino norte atraviesan la localidad de Vilanova de Lourenzá, donde se puede ver el impresionante monasterio barroco de San Salvador, se dice que su fachada es el preludio de la fachada del Obradoiro en Santiago de Compostela y, además, en Lourenzá se pueden comprar las milhojas más ricas del mundo en la pastelería “Cabaleiro”.

 

Desde Lourenzá caminando, caminando, un paso tras otro durante ocho kilómetros llegamos a Mondoñedo cuyo casco urbano tiene mucho que ver. Cuenta con un albergue municipal pero yo recomendaría mejor hospedarse en el Albergue del Montero, agradable, limpio y económico.

Mondoñedo merece una visita, su casco urbano fue declarado conjunto histórico-artístico, en 1985.

Monumentos singulares

El pueblo está organizado alrededor de la catedral, de este magnífico monumento surgen las calles empedradas con sus casas blancas. Es difícil caminar sin encontrarse con una iglesia, un santuario, un convento… En una ocasión se me ocurrió entrar en el “Mosterio da Concepción” porque me llamó la atención su portada de piedra labrada, en medio del pueblo, y estando ya en el interior contemplando su bóveda me llevé un susto tremendo cuando a mi espalda oí de repente unos cánticos inesperados, provenían de unas monjas que yo no había visto porque estaban metidas al fondo, en el coro. ¡¡¡Por poco me llevan a la tumba, pensaba que estaba sola!!!

 

Una vez que salí, riéndome de misma, me dirigí a la “Fonte Vella” (Fuente Vieja), que está situada frente al palacio episcopal. Data del S. XVI y en ella podemos contemplar dos escudos, uno de ellos es el escudo del obispo que la mandó construir y  el otro es el del emperador Carlos V. Os recomiendo que no os la perdáis, es una fuente que está abovedada.

La villa está llena de casas señoriales, iglesias singulares, santuarios como el de Nuestra Señora de los Remedios (patrona de la localidad), una preciosa alameda, monasterios…

 

En nuestra visita debemos acercarnos al barrio “dos Muiños” (molinos), que se nutren de las aguas del río Valiñadares. En este río se han construido pequeños canales artificiales que resultan curiosos de visitar. Allí se encuentra el Puente del Pasatiempo, denominado así porque la leyenda dice que en ese lugar se entretuvo a la esposa de Pardo de Cela -noble que encabezaba la resistencia de la nobleza gallega frente a la castellana- que portaba el indulto que hubiese evitado la decapitación del mariscal Pardo de Cela.

Patrimonio natural: Reserva de la bioesfera

Mondoñedo se encuentra en un valle, entre la sierras de Lourenzá, A Toxiza y los montes de Enfesta. Antes de construirse la autovía A-8, que continuamente tiene que ser cerrada en Abadín por la niebla, que se forma debido a la humedad que el viento del nordés (noroeste) arrastra desde el mar, yo me acercaba conduciendo desde Santiago por la carretera de Oviedo y al coger la desviación al pueblo contemplaba una vista preciosa del valle donde se asienta.

 

El municipio de Mondoñedo está constituido por 15 parroquias diseminadas por todos los prados de alrededor, yo tengo la suerte de haber pasado temporadas en una de ellas, Oirán, donde el tiempo se detiene. Me encantan las casas de arquitectura tradicional de la zona, hechas de piedra y con tejados de losas de pizarra terminados en unos picos, denominados “ameas”. La dueña de la casa donde yo estaba, era nonagenaria y me contaba la costumbre que existía en su juventud de ayudarse entre los vecinos a construir la casa, bajo la dirección de un cantero.Cada una de las parroquias tiene algo que ofrecernos: bosques, senderos, preciosos prados…

La cueva mas grande de Galicia

En la parroquia de Argomoso nos vamos a encontrar la cueva caliza más grande de Galicia, de 7.500 metros de longitud. Se trata de la “Cova do Rei Cintolo”, un complejo kárstico único en Galicia que cuenta con tres pisos de galerías y cuevas, un pequeño lago y ríos subterráneos. Ahora se puede visitar, no tenemos más que ir a a la oficina de turismo de Mondoñedo o llamar por teléfono 982 507177. El nombre de la cueva como supondréis se debe a una leyenda, existía un rey con un bella hija, a la que le sobraban pretendientes de alta alcurnia con intenciones algo interesadas ante las riquezas del reino, que se enamoró de un apuesto joven y así comienza la historia que cuenta el origen de la cueva.

Hoy podemos entrar en la gruta más grande de Galicia para recorrer un trecho de ella y no nos defraudará: desniveles, tramos de bajada con agarre de cuerda, estalactitas, estalagmitas… que nos transmitirán emociones y sentimientos inolvidables, y todo ello guiado por un arqueólogo. La visita merece la pena, sólo el viaje en coche conduciendo detrás del guía ya supone adentrarse en la Galicia Mágica, con carreteras dignas de un aventurero que te van preparando para lo que te vas a encontrar. Toda una aventura por el precio de 15 euros por persona.

 

Por si le falta algo, esta zona es rica en asentamientos castreños. Yo destacaría los castros de Fazouro en Foz o Zoñán en el propio Mondoñedo, cerca de la Cueva del Rei Cintolo.

Si os apetece ir a la playa, Mondoñedo está a 23 kilómetros del pueblo costero de Foz, a 38 km de Burela y a 27 km de la espectacular playa de Las Catedrales, que se debe visitar en marea baja.

Mondoñedo… reserva de la bioesfera, parte del camino del norte, perteneciente a la asociación de pueblos más bonitos de España, con un precioso casco histórico y con una catedral arrodillada, no digo más. ¡Comenzad a hacer las maletas!

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

 

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