Las llamas de las hogueras arden para recibir a la noche más mágica del año: a noite de San Xoan. En Galicia “a noite de San Xoan” se reviste de un sabor a meigas y brujas  y se tiñe de tradiciones.

En cualquier calle y en cualquier esquina se monta una sardiñada. Hay bares que con la consumición obsequian con una sardina a sus clientes, otros que las venden, e incluso algunos que cuando la sardina está cara porque escasea,  o porque ha habido mala mar, ofrecen churrasco. Es el mejor momento del año para degustar las sardinas y se refleja en la sabiduría popular con el dicho: “Por San Xoan a sardiña molla o pan”. Como decíamos, hay sardiñadas en cada rincón, de particulares y de bares en los barrios, alguna sardiñada solidaria para recaudar fondos, y sardiñadas en la playa en algún hueco refugiado junto al muro.

 

La fiesta de las hogueras adquiere su máxima expresión en las playas de Orzán y Riazor. Desde la tarde se ve a los más jovenzuelos llevar madera con contenedores llenos de palés y similares para bajarlos a la playa. Si bien desde hace unos años el ayuntamiento pone trailers con troncos en el paseo marítimo, a disposición de la gente para evitar este “ir y venir” de mobiliario urbano. Y si el día 23 cae en fin de semana, el ritual de bajar a la playa a coger sitio para la hoguera empieza a producirse ya desde primera hora de la mañana, llueva o haga sol…

 

Las hogueras de San Juan de A Coruña fueron declaradas Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2003, y desde hace dos años, en el 2015, han sido galardonadas como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

No debemos pensar por ello que la fiesta sólo se celebra en la ciudad. Si nos desplazamos por cualquier rincón de Galicia tanto en el interior como en la costa, veremos a vecinos acumulando material para su hoguera y saltándola cuando el reloj pasa de las 12.

 

Una tradición peculiar de esta zona es hacer un ramo de flores silvestres, aromáticas, para conjurar los espíritus. Entre las que se pueden utilizar tenemos: la artemisa también llamada hierba de San Juan, el bieiteiro o sauco, el fiuncho o hinojo, la espadaña, los helechos, la hierba de Santa María, la malvarrosa, el malvavisco, la verbena o hierba luisa, las rosas silvestres, el trovisco, el romero… Durante varios años el grupo de amigos celebramos esta noche en la localidad de Mera, situada en la costa frente a Coruña. La madre de nuestros anfitriones, Pura, se encargaba de hacernos estos ramos y no recuerdo cuáles de estas plantas utilizaba, pero sí recuerdo el cariño con el que nos los hacía y la ilusión con la que los recibíamos.  Después se maceran en agua dejándose al rocío de la noche de San Juan y se lava el rostro con ella al día siguiente para preservarse de cualquier mal. Si se deja secar colgado al aire durante todo el año, nos servirá para espantar del hogar a los seres maléficos.

Y retornando a la ciudad herculina diremos que a última hora de la tarde el olor a sardina asada comienza a inundar todo y mejor será que hayas recordado cerrar las ventanas de casa para que tu hogar no huela a humo y sardina, incluso al día siguiente.

 

Después de las doce de la noche se prende fuego a la falla del ayuntamiento y se encienden todas las hogueras de la playa. En ese momento la noche se llena de fuegos artificiales.

 

Saltar por encima de la hoguera para que el fuego te purifique es el ritual más extendido y conocido. Se trata de una celebración que ya existía antes del cristianismo, para celebrar el solsticio de verano. Dependiendo de dónde asistamos a esta fiesta puede variar entre 7 y 9 el número de veces que debemos saltarla para quedar protegidos. Y si estás en la playa del Orzán es fácil que de banda sonora, un año tras otro suene la música de los kilomberos de Monte Alto, un grupo de batucada muy conocido en la ciudad por amenizar también año tras año los carnavales.

 

Al mismo tiempo que el salto de la hoguera, se comienza también con otros ritos como el salto de las olas. El agua también tiene un papel importante en esta noche ya que simboliza fertilidad y pureza. Y aquí también varía el número, en este caso según el objetivo que se quiera lograr…: si queremos eliminar la mala suerte y las energías negativas saltaremos siete veces; si lo que queremos es ser más fértiles lo haremos nueve; y si el objetivo es tener salud para todo el año nos meteremos desnudos, de espaldas y mirando a la luna, saltando doce veces seguidas.

Una costumbre que se está asentando en los últimos años es la suelta de farolillos en la playa del Matadero, más pequeña y situada al lado de la del Orzán. Como recuerdo del primer año que se hizo, 2012, tenemos en YouTube un video, del grupo de amigos intentándolo con empeño, por cortesía de mi amiga Mercedes Ferrant: pidiendo deseos en la noche de San Juan… como podéis ver a alguno le peligró la cabellera y a otros les daba gana de llorar por la emoción, en la noche de San Xoan puede pasar de todo.

Para esta noche, la del 2017, se han tomado medidas preventivas ya que se esperan mareas vivas por lo que la pleamar de la tarde puede aguar la preparación de la hoguera a algunos, como ya sucedió en el año 2013, y aún recordamos aquéllas imagénes  publicadas al día siguiente por La Voz de Galicia.

Está previsto que la pleamar de la noche se produzca a las 04:59 de la madrugada y será de las más altas del año, por lo que se está considerando la posibilidad de desalojar la playa entre la 03:30 y las 04:00.

Habrá que esperar a ver que nos depara esta noche de San Xoan…

Aún estáis a tiempo de venir a conocerla…

 

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

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