Hace unos dos años en una comida en casa me hablaron de los Patios de Córdoba, explicándome que era un espectáculo digno de ver. Hasta ese momento había oído hablar de ellos en las noticias cada mes de mayo, pero sin prestarle demasiada atención. A partir de ahí empecé a poner más interés cuando salían imágenes y llegué a la conclusión de que parecía un acontecimiento interesante. Ahora que he estado os aconsejo que no os lo perdáis…

 

Tradicionalmente este festival de los patios cordobeses se celebra durante la primera quincena de mayo. Habrá gente que os diga que los patios se pueden visitar en cualquier época. Y sí, es verdad que hay algún que otro patio abierto el resto del año. Pero lo interesante de esta celebración es que durante dos semanas los vecinos abren las puertas de unos patios que normalmente están a salvo de curiosos.

El patio es el corazón de la casa tradicional cordobesa. La tipología de la casa popular de esta ciudad ha ido evolucionando con el transcurrir del tiempo adaptándose siempre a las necesidades provocadas por su clima caluroso y seco. No podemos olvidar que cuando escuchamos las previsiones meteorológicas en verano, Córdoba casi siempre figura como el lugar con las temperaturas máximas de España. Empezando por los romanos y continuando con los musulmanes el patio ha sido el corazón de la vivienda, al que se le dotaba de fuente o incluso de un pozo que acumulaba el agua de las pocas precipitaciones. En época musulmana este patio se sitúa ya inmediatamente después de la puerta principal, con objeto de dar mayor sensación de frescor.

Maqueta patio cordobés de Rafael Aguilera Rodríguez. Miembro de la marca registrada “patios artesanos”, www.patiosartesanos.es , cuyas obras únicas una vez adquiridas por el cliente no vuelven a realizarse. Merece la pena visitar su taller…. yo lo hice.

Los patios se ubican en viviendas particulares que sus propietarios abren para que puedan ser visitados gratuitamente. Generosos cordobeses que invitan a los viajeros accidentales a entrar en su casa. Puedes dejar “la voluntad” en los platillos que tienen para tal fin, poniendo tu granito de arena para su conservación, y en alguno de ellos a cambio te obsequian con un pequeño recuerdo, como puede ser un marcapáginas conmemorativo.

Es un placer disfrutar del colorido, de los olores y en algunos de ellos del sonido del agua.

En el año 1921 el alcalde Francisco Fernández de Mesa convoca el Concurso de Patios, Balcones y Escaparates con una dotación de 3 premios de 100, 75 y 50 pesetas, que se reparten entre los tres únicos participantes que se inscriben. Como consecuencia de la poca respuesta obtenida el consistorio decide no convocarlo nuevamente hasta el año 1933. Y se interrumpirá de nuevo como consecuencia de la Guerra Civil, no recuperándose hasta 1944 con el edil Antonio Luna Fernández. En esta época se establecen ciertos criterios de valoración, entre ellos la arquitectura, las características típicas y la decoración.

Cartel Patios de Córdoba 2017

Cartel Patios de Córdoba 2017

En 1956 para dar impuso al certamen, una de las iniciativas que se crea es el “Festival de los Patios Cordobeses” con una programación paralela a la fiesta de música clásica y flamenca que se venía celebrando en los patios de monumentos y en los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos.

Las bases y la dotación económica se mantienen sin grandes novedades hasta la llegada del primer gobierno democrático municipal encabezado por Julio Anguita en 1979.  Se incrementa la cuantía de los premios y ayudas, y se comienza a valorar más lo natural que lo artificial.

En el año 1988 se concretan los aspectos ornamentales que regirán el concurso: variedad floral, cuidado de macetas y arriates e iluminación natural. A finales de los 90 se establecen distintas categorías, distinguiendo entre arquitectura antigua y arquitectura moderna o renovada. La primera categoría se refiere a los patios que habiendo sido construidos hasta la década de los 60 mantienen su estructura. La segunda afecta a los que forman parte de una nueva vivienda que se ha construido en el solar de una anterior o que ha sido tan reformada que ha perdido los elementos significativos. Esta categorización se mantiene a día de hoy.

El Ayuntamiento y diversas empresas privadas otorgan premios a los mejores recompensando el esfuerzo que hacen para mantener estos rincones, y con objeto también de dar a conocer la arquitectura cordobesa tradicional. Las flores que engalanan los patios se han convertido en un símbolo de identidad. Los premios suelen ser reinvertidos por los dueños para su mantenimiento.

Desde el año 2012 hay una denominación única, aunando concurso y festival: Patios de Córdoba. El 6 de diciembre de 2012 la UNESCO declaró esta fiesta Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Y sin más dilación comienzo a contaros y enseñaros los patios que vimos en nuestra visita. Había un total de 45 patios en concurso, repartidos en 6 rutas. Según entras en una calle se distinguen las casas que tienen patio engalanado para el evento porque lucen dos macetas forradas de terciopelo granate con el escudo de Córdoba y con un pequeño árbol en la puerta.

Aunque teníamos el hotel situado en plena ruta Judería-San Francisco, ya que nos hospedábamos en la plaza Maimónides, aconsejados por la recepción del hotel NH Collection Amistad Córdoba, comenzamos por la ruta Santa Marina-San Agustín. La explicación era clara, a última hora de la tarde había menos público en los del casco antiguo y los podríamos ver mejor, y durante el día podíamos aprovechar para conocer los más alejados.

Ruta Santa Marina – San Agustín

Fue la ruta que hicimos completa, porque después nos dedicamos a combinar las rutas de los patios con las visitas a monumentos y otros lugares de la ciudad. Y a esta ruta dedicaremos esta primera parte del artículo. Así que vamos al grano… llegamos al Barrio de los Toreros y comenzamos por:

Marroquíes, 6

El primer patio que vimos fue el de Marroquíes, 6 y ya quedamos impresionados desde el momento en que entramos. Como una imagen vale más que mil palabras os enseño estas fotografías antes de contar más cosas:

 

 

Compite dentro de la categoría arquitectura antigua y una vez vistos muchos patios, para mi gusto tiene la estructura más original. No sólo es un patio sino una calle entera con 20 viviendas y talleres, en su mayor parte de artistas, y con una sastrería.

La entrada es una cancela y las viviendas, de una sola planta, se encuentran en los 2 lados de la calle. Se mantiene, a modo de testimonio, un espacio común con lavaderos y pozo.

 

 

Tiene una amplia variedad floral que pasa desde rosales trepadores hasta cactus, pero llama especialmente la atención, su descomunal buganvilla.

 

Es el patio más galardonado del siglo XXI, llevándose el primer premio en reiteradas ocasiones. Como casi todos los patios invierten los premios en hacer mejoras.

Chaparro, 3

Se presenta por primera vez a concurso en el año 2010, compitiendo dentro de la categoría arquitectura moderna o renovada y en este año 2017 ha obtenido el 2º premio en dicha categoría, con un importe de 2500 €.

Junto con Marroquíes 6 es de los pocos patios que se mantienen como lugar de reunión de sus habitantes gracias a que sobreviven algunas de sus viviendas originales.

Entre sus plantas encontramos gran variedad, como ejemplo las gitanillas, que aunque es una planta sudafricana se adaptó muy bien desde el principio al clima y a las macetas, convirtiéndose en un elemento característico de los patios cordobeses. Vimos también geranios, claveles, kalanchoes y un ficus benjamina, que según nos comentaron adquiere un papel de gran importancia cuando este patio se abre en navidades.

Esta casa-patio fue construida en 1988 por 6 familias. Aún está un poco en su pubertad, pero en sólo 6 años de existencia ya había conseguido el tercer premio en la convocatoria del 2016. En su entrada reza el mensaje que podemos leer a continuación… “con cuatro paredes, un suelo y un techo a cielo abierto…:

Tiene un arco al fondo en el que llaman especialmente la atención plantas como el pomelo, el chirimoyo, e incluso membrillo.

 

Ese año homenajeaban el centenario del nacimiento de Gloria Fuertes y obsequiaban con un marcapáginas conmemorativo cuando echabas alguna moneda al platillo.

Juan Rufo, 19b

En este año 2017 es la primera vez que se presenta al concurso según nos dijo el dueño, Miguel Angel, cuando entramos y nos oyó exclamar lo bonito que era. Participa en la categoría de arquitectura moderna.

Es una vivienda de 1920. Se trata de un patio rectangular precedido de un zaguán al que se entra por una cancela de color blanco. A la derecha encontramos una moderna escalera de forja que da acceso a la vivienda familiar. De frente vemos una galería con cristalera que aloja una colección de relojes antiguos restaurados por el propietario de la casa. Tiene una pequeña capilla en un intento más de recuperar lo tradicional

Encontramos un bebedero de piedra antiguo, una fuente rectangular, un pozo árabe y elementos decorativos.

 

Entre las plantas encontramos: claveles, gitanillas, pilistras, hortensias, begonias y un granado de más de 40 años.

En su primer año ha obtenido una mención especial como patio singular. A este patio le dedicamos un artículo en nuestra web “Patio Juan Rufo, el patio de la armonía”.

Parras, 5

Participa en la categoría arquitectura moderna, y en este año 2017 ha obtenido el 3º premio dotado con 2000 €.

Está ubicado en una casa de más de 400 años de antigüedad. Era una casa de vecinos en la que llegaron a vivir hasta 6 familias antes de que en el año 1883 la adquirieran los actuales propietarios. Sus paredes están decoradas con azulejo con motivos árabes y el suelo alterna enchinado cordobés con losetas de barro. Tiene cantidad de objetos decorativos, desde una máquina de coser de 1914 a una máquina de escribir de comienzos del siglo XX, pasando por palanganeros y lavabos antiguos.

 

Aparte de la costilla de Adán de más de 30 años llaman la atención los geranios chinos, y la diversidad floral: clavelinas, madreselvas, jazmines, geranios, esparaguerras. Esta variedad es posible en gran parte al sistema de regado que disfrutan. A través de unas canalizaciones externas el agua de la lluvia riega de manera natural las macetas. Estamos hablando de cerca de 500 tiestos.

La foto de cabecera de este artículo corresponde a una vista de este patio.

Parras, 6

Ha recibido este año el 8º premio en el apartado de arquitectura antigua, recibiendo por ello 1000 euros.

Su pieza clave es un pozo medio romano, medio árabe.

Destaca la tremenda hortensia que hay en el suelo, la esparraguera de más de 4 metros y resulta curioso su limonero.

 

 

Junto con Parras, 8 formó parte primero de un hospital, luego de un convento y después fue un cuartel.

Parras, 8

Concursa en la categoría de arquitectura moderna.

Está ubicado en una casa de más de 400 años de antigüedad.

Comienza a concursar en el año 2005. Posee plantas exóticas como la dizigotea, la araucaria siberiana o el limpiatubos.

Tiene una estructura adintelada de madera en la parte alta y conserva elementos antiguos como dos pilas de lavar, un pozo compartido y cinco arcos de piedra.

Ocaña, 19

Participa en la categoría de arquitectura antigua. Los orígenes de esta casa del barrio de Santa Marina son del siglo XVII.

Está muy cerca del Palacio de Viana, de ahí probablemente que tuviera tantos visitantes que lo dejamos para el final de la ruta porque era difícil ver algo en el primer intento.

Aún siendo reconstruido ha conservado toda su esencia particular. Tiene una galería porticada con arcos asimétricos sujetos a columnas de ladrillo árabe, y en la planta superior observamos una galería de madera. Es un inmueble de estilo cervantino.

Posee un pilón romano que a día de hoy sigue virtiendo agua. A su lado le gusta leer al dueño al anochecer. Hablando de lectura, recuerdo que el día que lo visitamos podías coger algún libro gratis de los ejemplares que tenían a la entrada, entre ellos uno del juez Garzón.

 

El sello característico de este patio son los pendientes de la reina que crecen bajo la buganvilla. Encontramos también azaleas, flor de plata, hortensias, geranios, ficus y gitanillas.

 

Y por hoy dejaremos de visitar patios… y nos daremos unos días antes de continuar contándoos. Aún queda por ver, no os lo perdáis.

Enlaces mencionados:

Nota de la autora: “No he recibido ningún tipo de compensación (económica o no) por escribir este artículo, no tengo conexión material con las marcas, productos o servicios que he mencionado y mi opinión es independiente”

Tenéis la segunda parte de este artículo en:

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